Ana, enhorabuena por tu libro El lado bueno de las cosas. ¿Qué fue lo que te motivó a escribirlo y qué mensaje principal esperas transmitir a tus lectores?
Claramente el ganar dinero… ¡Claro que no! De hecho, es un libro solidario y todos los beneficios se destinarán a la fundación Soñar Despierto. Desde hace dos años varias editoriales llamaban a mi puerta interesándose por mí con planteamientos diferentes: novela de ficción, humor, cómics…. pero yo sentía que no era el momento. Hasta que más tarde di una charla sobre “Cómo ver el lado bueno de las cosas” y lo tuve claro. El momento era ese.
Me apetecía mostrar (sin pretender ser un gurú o un profesional del desarrollo personal) cómo yo he conseguido y consigo día a día lo que me propongo. Con tácticas, herramientas y mi filosofía de vida en la que destaco la desdramatización, la organización o la importancia que le doy a cumplir sueños. Era consciente que gracias a las redes la gente tiene una imagen de mi enfocada en el humor y el entretenimiento, pero quería mostrar ese lado quizás más serio o profundo sin el que El Show de Briten no existiría. Además, escribir un libro siempre ha estado en mi lista de sueños, y ha sido un reto personal al que tenía muchas ganas de enfrentarme así que me dije, ¿y por qué no?
El lado bueno de las cosas es un manual para conservar el sentido del humor y se enfoca en el optimismo. ¿Cómo crees que el humor puede ayudarnos a enfrentar los desafíos y problemas diarios?
El humor es una vía de escape, pero también una forma de reinterpretar lo que nos pasa. Cuando nos reímos de algo, le quitamos poder al problema y nos permite tomar perspectiva. Enfrentar los desafíos con humor no significa ignorarlos, sino afrontarlos desde una mentalidad más ligera y constructiva. Nos ayuda a no hundirnos en lo negativo, a encontrar soluciones desde una mente más abierta y calmada.
¿Cómo podemos aprender a desdramatizar y reírnos de lo que nos pasa y de nosotros mismos?
¡Es todo un ejercicio! Lo primero es entender que nadie es perfecto y que todos cometemos errores, así que ¿por qué no reírnos de eso? Aprender a desdramatizar requiere práctica, como ver el lado absurdo de las situaciones o tomarnos menos en serio. Es importante rodearse de personas que también tengan esta mentalidad y que sepan encontrar la ironía en las cosas. A mí me ha ayudado mucho darme cuenta de que, al final, la mayoría de las cosas no son tan graves como parecen.
De hecho, ese reírnos de determinadas situaciones es lo que hizo que @elshowdebriten se popularizara. ¿Tenías ese propósito? ¿Te lo esperabas?
La verdad es que no me lo esperaba para nada. El propósito era, y sigue siendo, divertirnos y conectar con la gente a través del humor. Todo empezó de manera muy natural, creando contenido que reflejaba situaciones cotidianas y exagerando los detalles para hacerlos más graciosos. Creo que la gente se identificó mucho porque hablábamos de cosas reales, pero desde la comedia. Nunca pensé que llegaría a tanta gente, pero ha sido una sorpresa maravillosa.
¿De dónde sueles sacar la inspiración?
La vida diaria es una fuente inagotable de inspiración. Todo lo que vivimos, desde las pequeñas frustraciones hasta los momentos más absurdos, puede ser material para el humor. Además, observo mucho, tanto a la gente como las situaciones a mi alrededor. Mi equipo y yo también nos inspiramos en las conversaciones con amigos, en las redes sociales, y en las cosas que nos hacen reírnos de nosotros mismos. Y por último y no por ello menos importante (todo lo contrario), gracias a mis seguidores quienes me recomiendan temas constantemente basándose en sus experiencias personales.
¿Crees que últimamente la gente está algo sensible con según qué temas, más irascible? ¿Crees que antes nos reíamos más de nosotros mismos?
Definitivamente, noto que hay una mayor sensibilidad en ciertos temas. A veces parece que estamos caminando sobre huevos cuando hablamos de ciertos asuntos. Creo que antes éramos más relajados en cuanto a reírnos de nosotros mismos, y eso es algo que me gustaría recuperar. El humor tiene una función liberadora, y creo que si se hace desde el respeto y la empatía, podemos volver a disfrutarlo sin tanta tensión.
¿Hay alguna historia o mensaje que te haya tocado especialmente?
Sí, hay muchas, pero una en particular fue de una persona que me escribió para decirme que gracias a los vídeos de El Show de Briten pudo sobrellevar un momento muy complicado en su vida. Me contó que el humor que compartíamos le ayudaba a desconectar y a ver las cosas desde otra perspectiva. Es increíble pensar que algo tan simple como un vídeo puede tener un impacto tan grande en la vida de alguien.
Como has comentado, los beneficios del libro irán a la fundación Soñar despierto, una iniciativa que es necesaria. Háblanos de esa fundación.
La Fundación Soñar Despierto hace una labor maravillosa ayudando a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Se enfocan en darles apoyo emocional y educativo, ofreciéndoles las herramientas que necesitan para salir adelante y cumplir sus sueños una vez cumplen la mayoría de edad. Creo que la educación y el apoyo emocional son claves para que estos chicos tengan una oportunidad de futuro, y para mí es un honor poder colaborar con una causa tan importante. Si el libro no gusta al lector, al menos ayudará a otros a seguir cumpliendo sueños.
Poco se habla, el podcast, también es otro formato donde dais, Xuso Jones y tú, rienda suelta al humor. ¿Cuál ha sido el tema o episodio más divertido o destacado para ti hasta ahora?
¡Es difícil elegir! Cada episodio tiene su propia chispa, pero uno de los más divertidos fue el episodio con Aramis Fuster porque fue un disparate. Otro más reciente con el que nos reímos especialmente ha sido el de Laura Escanes.
¿Qué aporta el formato podcast que no aportan otros formatos?
El podcast tiene una cercanía que otros formatos no tienen. Al ser solo audio, la conversación fluye de manera más natural, como si estuvieras hablando con un amigo. Además, nos permite profundizar en temas que quizás en redes sociales no da tiempo a abordar. Es un espacio más íntimo y relajado, donde el humor también puede ser más improvisado y genuino.
Como influencer y humorista, ¿sientes presión a la hora de ser constante creando contenido?
Sí, la presión está ahí, sobre todo porque las redes sociales demandan una constante actualización. A veces es difícil mantener la frescura y originalidad cuando sientes esa presión, pero trato de enfocarme en la calidad más que en la cantidad. Me doy espacio para desconectar y no forzar la creatividad. Creo que el contenido fluye mejor cuando te das esos momentos de pausa.
A lo largo de tu carrera, has tocado temas cercanos y realistas, con los que mucha gente se puede sentir identificada. ¿Te has encontrado con algún tema que te haya costado abordar desde el humor?
Algunos temas delicados, como la salud mental, pueden ser difíciles de abordar porque no quieres herir sensibilidades. Sin embargo, creo que el humor también puede ser una forma de desestigmatizar ciertos tabús, siempre que se trate con respeto y empatía. Lo importante es saber dónde está la línea y que el humor no se convierta en burla, sino en una forma de abrir diálogos.
Dices que la felicidad no existe sino que se trabaja. ¿Cómo hacerlo?
La felicidad no es un estado permanente, es algo que tenemos que construir día a día. Se trata de trabajar en nuestra mentalidad, en cómo afrontamos los problemas y en cultivar las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien. Es fundamental rodearnos de personas que nos sumen, hacer lo que amamos y, sobre todo, aprender a disfrutar el proceso sin obsesionarnos con alcanzar un ideal de “felicidad perfecta”.
Para cerrar, ¿cuáles son tus próximos proyectos? ¿Algún sueño que aún te gustaría cumplir?
Como proyecto, me alegra poder decir que pronto haremos un Poco se Habla en directo, y como sueño, te diría conocer a Thor y que Iker Jiménez venga al pódcast.
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