Carmen Mola: “En esta sociedad hemos deshumanizado la violencia”

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Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, Los Carmen Mola, como se les conece literariamente se despiden de su personaje más famosos, y el que les popularizó. Elena Blanco se despide de tres millones de lectores que han devorado sus cinco novelas de una forma tan voraz, como lo son sus historias.

Hablamos con ellos de la última de la saga, “El clan”, donde, como siempre, nada es lo que parece.

Lleváis más de 7 años escribiendo sobre la inspectora Elena Blanco y ahora llega el final. Con “El Clan” se cierra no solo una saga, sino una etapa.

Claro, si, se cierra el ciclo de Elena Blanco, que ha sido la principal pata de Carmen Mola hasta hoy, ya que es el personaje que nos ha dado visibilidad, y que nos ha abierto las puertas de esta carrera literaria en la que hemos escrito libro por año. Cerramos una etapa preciosa y salimos al encuentro de nuevos desafíos.

¿Cómo definiríais un personaje como Elena Blanco, desde la evolución que ha sufrido a lo largo de las novelas?

Pues a Elena la pillamos en un mal momento y la dejamos en otro peor (se ríen). Es un personaje que ha ido creciendo novela a novela. Nosotros tenemos la sensación de que partió como de una idea muy sencilla, que era transformar al detective clásico de novela negra en una mujer y ver qué nos daba ese cambio de perspectiva de género.

Es un personaje que tiene una fachada como muy dura, es poco comunicativa, está traumatizada por la pérdida de su hijo de la que se siente culpable, pero poco a poco vas descubriendo que lo que tiene dentro es una herida muy grande. Y que, al final, lo que más necesita es que alguien la quiera, y darse a si misma una segunda oportunidad. Creo que ese es el viaje que ha hecho Elena, partiendo de “La novia gitana”, en la que no se daba ningún derecho a ser feliz, hasta “El clan”, donde se da cuenta que sí, que quiere ser feliz. Es un personaje muy bonito, porque está rodeado de oscuridad, pero en el fondo tiene una llamita dentro.

Imagino que os dará pena despediros de ella ¿no?

Si, claro, porque han sido siete años con ella. Aún recordamos las primeras reuniones que teníamos donde planteábamos escribir una novela entre tres, que era una locura, y salió “La novia gitana”. Nuestra idea era escribir una novela y ya está, pero seguimos después con la saga, y siete años después, nuestras vidas han cambiado, la novela negra, creemos, también ha cambiado, porque ha sufrido también una evolución. Y la dejamos en este punto de forma consciente y voluntaria. Podríamos seguir y a la gente le seguiría gustando, pero no queremos que en algún momento la gente se pueda cansar de Elena Blanco. Preferimos que la echen de menos.

¿Qué se va a encontrar el lector en “El clan”?

Bueno, lo principal es que es el final de la saga, y ese es el principal gancho, ya que el lector terminará de acompañar a los inspectores de la Bac, a los que lleva siguiendo siete años. Es una novela al más puro estilo Carmen Mola, pero elevado al cubo, con ritmos trepidantes, giros inesperados, en los que no nos tiembla el pulso si son demasiado crueles en algunas ocasiones. Además se van a encontrar con un retrato social muy descarnado, y muy poco compasivo con los que menos tienen.

¿Quién es “El clan”?

El clan es la maldad. A veces hay que ponerle cara, las buscamos y las sacamos a la luz. Eso y la podredumbre del sistema.

¿Es vuestra novela más violenta?

Yo creo que no es nuestra novela más violenta, pero quizá si la más terrorífica, porque la violencia que estamos tratando en esta novela es una violencia muy real. De hecho, muchas de las cosas que contamos en “El Clan”, está sacado de recortes de prensa, donde se ve al sistema actuando de manera muy poco compasiva con los más débiles. Todo eso está a la vuelta de la esquina, y lo que nos dicen los lectores que ya la han leído es que es una de las novelas en las que lo pasa peor, aunque tiene momentos divertidos también, porque sabe que eso está sucediendo.

A veces da más miedo la propia realidad que un asesino en serie.

Si, porque el psicópata lo puedes hacer muy extravagante, como el de “La novia gitana”, y no todo el mundo tiene un vecino así. En cambio, los personajes de “El clan” son más “vecinos”.

¿Hemos normalizado, según vuestro punto de vista, la violencia?

No se si normalizado, pero si deshumanizado. Las fotos que nos llegan de las guerras, por ejemplo, son terroríficas y las miramos. Los cadáveres que aparecen en el Mediterráneo se convierten en números, y al final sentimos menos empatía. Lo que nosotros hemos intentado con la novela es hacerla lo más humana posible, y contar sus historias.

¿Creéis que el sistema está podrido?

El sistema tiene partes podridas pero también tiene cosas buenas. Y sobre todo tiene gente que no es empática con la desigualdad y con el sufrimiento. Si hay unos niños que se convierten en soldados y van a la guerra, es porque a alguien le conviene que eso sea así. Pero también hay gente que hace cosas movidas por la bondad. En todo grupo social, hay gente que no son bondadosos.

Habéis comentado en alguna ocasión que todos llevamos el mal dentro. ¿En qué sentido?

Creemos que el mal nos habita a todos. Como decía Patricia Highsmith, que se ocupaba de explorar el mal en el hombre corriente, cualquier persona puede ser capaz del acto más horrible si se dan las circunstancias de estrés necesarias. A veces ese mal es en forma de envidia, de celos, de codicia, de avaricia… Todo eso puede desembocar en un acto violento.

Comentabais que la novela negra ha evolucionado mucho ¿Cómo creéis que lo ha hecho desde que empezasteis a escribir?

Hay un gran boom actualmente en la novela negra. Quizá también ha influido que se ha popularizado también en serie de televisión, el famoso true crime. Hay atracción del lector o del espectador hacia historias de crímenes. Pero también creo que ha llegado una generación de escritores que tienen muy en cuenta al lector. Sabe que además de la profundidad literaria, ha de entretener. Hay que conseguir que la lectura no sea una obligación, sino una parte de nuestro ocio. Ese lector se lo pasa tan bien leyendo como viendo una película, o una obra de teatro. Eso hace que haya mucha variedad. Es un cajón desastre donde cabe todo: suspense, amor, humor, historia…

¿Os veremos escribir otro género, o seguiréis con la novela negra?

Seguiremos con historias cercanas al thriller, que es lo que nos gusta hacer. Además, en nuestro caso, es un género que te permite hacerlo entre tres personas. Una novela más intimista, por ejemplo, sería más difícil.

Os han leído tres millones de lectores, y luego dicen que la gente no lee.

Siempre se dice que el libro va a morir desde hace años, pero ha ido no solo sobreviviendo, sino superando a todos los adversarios, al cine, a la televisión…

Y es que la experiencia del libro no es comparable a ninguna otra experiencia de entretenimiento. Y ahí está la supervivencia de la literatura. Por otra parte, la pandemia ayudó mucho. Nos encontrábamos con más tiempo libre, y la gente leyó más. Y eso se ha mantenido. Creo que es un buen momento para la literatura.

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