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El pasado mes de noviembre nos dijo adiós sin previo aviso, Joan Verdú, el niño grande del arte valenciano, y desde Hello Valencia quisimos volver al lugar donde lo conocimos, sentado en la mesa junto al ventanal del restaurante de su gran amigo Joaquín Schimdt. Y no es extraño que fuera allí precisamente donde le estrecháramos la mano por primera vez, pues esa ha sido su mesa desde hace más de 20 años.
Joaquín ha querido que seamos hoy nosotros quienes nos sentemos en ese rincón con nombre y apellidos -ya ha encargado un letrero para bautizarla con su nombre- para que bajo el amparo de sus obras recordemos su genio y figura, y cómo comenzó a fraguarse la portada especial de Hello Valencia 14º Aniversario que lleva su inconfundible sello.
Resulta que en aquél primer encuentro, Joan Verdú nos contó que había utilizado una imagen de la portada de una de nuestras revistas -concretamente una gigantesca mano de un ninot de falla de marzo de 2012- para crear una de sus geniales obras.
Entusiasmados con la idea de que una de nuestras portadas formara parte de sus creaciones, nos animamos a proponerle recorrer el camino inverso y que ahora fuera esa obra la que entrara a ser parte de una de nuestras publicaciones. Pero Joan Verdú, fiel a sí mismo, quiso ir un paso más allá y nos pidió algo más de tiempo para darle una vuelta y crear una composición especialmente para la ocasión. El resultado es mucho más que una portada, es una obra de arte única por la que en Hello Valencia le estaremos eternamente agradecidos.
Y es que a Joan Verdú nadie le decía lo que tenía que hacer y aunque, según Joaquín y todo el que le conocía bien, era un niño grande al que le encantaba jugar, nunca quiso entrar en el juego establecido de los favores y quizá por ello y por decir siempre lo que pensaba de cada quien, su obra nunca tuvo en ciertos círculos institucionalizados todo el reconocimiento que merece.
Por suerte existe un espacio como el restaurante de su amigo Joaquín Schidmt, una especie de casa museo en el que el arte de ambos, uno en sus paredes y el otro en sus platos, se fusiona para crear un ambiente único. Un maridaje perfecto que hoy se convierte en nuestras páginas en un sentido homenaje a su amistad y al irrepetible Joan Verdú.
Gràcies Joan!
Mis palabras: Ay, si un día para mi mal Viene a buscarme la parca Empujad al mar mi barca Con un levante otoñal Y dejad que el temporal Desguace sus alas blancas Y a mí enterradme sin duelo Entre la playa y el cielo En la ladera de un monte Más alto que el horizonte Quiero tener buena vista Mi cuerpo será camino Le daré verde a los pinos Y amarillo a la genista Cerca del mar, porque yo Nací en el Mediterráneo "Mediterráneo de Joan Manuel Serrat" Hasta siempre amigo, Joaquín Schmidt