En la fotografía, Samuel Pérez junto a otro alumno de Instituto MEDAC
Samuel Pérez, alumno de Instituto MEDAC, nos cuenta su experiencia en FP antes de comenzar una carrera universitaria
En estos meses muchos estudiantes valencianos se están planteando qué hacer con su futuro académico de cara al año que viene. Esta situación, decisiva para muchos jóvenes, puede no ofrecer los resultados esperados, alargando la espera hasta las listas extraordinarias de septiembre.
Este fue el caso de Samuel Pérez, actual alumno de MEDAC Valencia donde cursa Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva, más conocido como TSEAS o antiguo TAFAD. Pérez, tras no decirse por una titulación universitaria, tomó la iniciativa de cursar una FP antes de tomar una decisión precipitada que marcase cuatro años de su carrera académica.
Samuel comenzó un grado superior condicionado por las palabras de muchos de sus profesores de instituto, que hablaban de este modelo formativo como una opción de segunda: “A mí siempre me habían dicho mis profesores que la FP era para aquellas personas que “no servían” y por eso yo entendía la Formación Profesional como algo negativo. Pero entrar en MEDAC me hizo ver que no es nada negativa, sino que hace que te lances a la vida laboral y a la real, porque de mí ha hecho una nueva persona: ha conseguido que me suba el ánimo y que valore la figura de un profesor que puede ser cercano.”
La realidad es diferente si se analiza el mercado laboral, donde la empleabilidad y los salarios competitivos son más notables para los graduados en Formación Profesional. Por ello, la FP se ha impuesto como el modelo formativo más demandado del mercado, lo que se ve reflejado en los más de 30.000 alumnos que se quedaron sin plaza para el curso 2019-2020.
Sin embargo, a día de hoy sigue existiendo una concepción negativa de los ciclos formativos en España, un pensamiento que está mucho más avanzado en el resto de Europa. El alumno de Grado Superior rompe con esta idea: “creía que la FP era el final de mi camino, pero para nada. Ha sido un gran impulso para que yo llegué a donde realmente quiero llegar, un trabajo decente o seguir estudiando en la universidad.” Además, destaca las clases prácticas que imparte el centro: “realmente hace que nosotros aprendamos viendo la realidad, y eso es un punto muy a favor.”
Samuel, que eligió MEDAC Valencia por su modelo formativo y el trato recibido por el equipo, recuerda su primer día de clase con una sonrisa: “El profesorado es muy cercano, te ayudan siempre. Desde el primer día hacen unión entre los compañeros creando un buen ambiente donde se aprende haciendo. Según íbamos avanzando sentía que la familia iba creciendo.” Para él, la palabra ‘familia’ es la que mejor define al centro educativo: “Desde el primer momento te sientes parte de un grupo muy familiar.”
Además, Pérez no habla solo de la formación, sino del crecimiento personal que ofrece la FP “Yo entré al grado superior siendo una persona muy tímida, que no sabía hacer nada por mí mismo, y he salido siendo una nueva persona. Además, te ofrece una enseñanza práctica, enfocada a la vida laboral y en sí, te enriquece en valores: te enseña lo que es la vida”.