Las aplicaciones forman parte de nuestra vida cotidiana con el uso cada vez más frecuente que les damos a los dispositivos móviles.
Una app es una herramienta provista con un lenguaje de programación, que permite acceder a algún tipo de información de manera más rápida y conveniente. Afortunadamente para el usuario, existen numerosas aplicaciones diferentes, cada una de ellas destinadas a un uso en particular; las de mensajería instantánea y redes sociales son las más populares. Asimismo, también existen diferentes tipos de aplicaciones, cada una con sus características y ventajas. ¿Cuál es la diferencia entre las aplicaciones web y las nativas?
¿Qué es una aplicación?
Comencemos por definir que es una aplicación, concepto del cual se desprenden los tipos de apps que existen. Una aplicación es un software programado por un lenguaje, que le permite al usuario realizar determinadas funciones. Las aplicaciones están diseñadas para los teléfonos móviles y las tabletas; son tantos los usuarios de estas herramientas, que los desarrolladores comenzaron a diseñar dos tipos diferentes: las aplicaciones web y las nativas.
Diferencias entre las aplicaciones web y las nativas
La principal diferencia entre las aplicaciones web y las nativas se encuentra en la manera en la que se desarrollan. En otras palabras, en cómo están programadas.
Las aplicaciones nativas se diseñan teniendo en cuenta las características de los sistemas operativos con los que trabajan. Para ello, se consideran los detalles y las particularidades de estas plataformas. LeoVegas Android App es uno de los ejemplos más representativos de una aplicación nativa. De hecho, obtuvo la distinción a “Mejor aplicación nativa” de los premios EGR de Marketing e Innovación en el 2017. La razón es que sus desarrolladores tomaron las características principales del sistema operativo Android y adaptaron la app de modo que el usuario alcance una experiencia superior dentro de la plataforma.
En cambio, las aplicaciones web son capaces de adaptarse a cualquier entorno porque no están pensadas para un sistema operativo en particular. Por lo tanto, no tienen tanto nivel de detalle. Si bien esto parece más conveniente, lo cierto es que este tipo de aplicaciones podría tener características que no funcionen correctamente, dependiendo de dónde las utilicemos. Office Online es uno de los mejores ejemplos de una aplicación web que funciona dentro de cualquier sistema operativo, integrando programas informáticos como Word, Excel y Outlook.
Por otra parte, las aplicaciones nativas se descargan desde una tienda que gestiona el sistema operativo del dispositivo, como iOs o Android. Al contrario, las aplicaciones web no requieren descarga porque se encuentran alojadas en el servidor web de la compañía que las desarrolla. Esto quiere decir que los usuarios ingresan a ellas a través de accesos directos sin almacenar ningún otro tipo de información. Aunque esto parezca más fácil para el usuario, todo depende del uso que se le quiera dar a la aplicación.
Finalmente, ambos tipos de aplicaciones presentan diferencias en la manera en la que solucionan los fallos de seguridad. Las aplicaciones web se corrigen desde el servidor, mientras que las apps nativas requieren la descarga de una actualización. Si bien la corrección de los fallos de seguridad de las aplicaciones web no requieren que intervenga el usuario como sucede en las nativas, este no tendrá acceso a la herramienta mientras se realice la mejora en el servidor.
Las aplicaciones son una de las herramientas más utilizadas en nuestros dispositivos móviles, lo que contribuyó a que los desarrolladores trabajaran en distintos tipos de apps. Las aplicaciones nativas son aquellas que se diseñan teniendo en cuenta el sistema operativo que utilizarán, mientras que las web pueden usarse intercambiablemente en cualquier plataforma. La elección por una y otra depende, en última instancia, del uso que quiera darle el usuario.