Afortunadamente estamos presenciando un momento histórico en el que hemos avanzando significativamente en aspectos tan importantes como la medicina, las comunicaciones o la movilidad. Desde luego, hace unos años, si eras de Valencia era impensable ir a Madrid únicamente para el día, algo que actualmente es lo habitual, siendo uno de los trayectos más transitados de España.
Si eres de los que te gusta aprovechar bien tu día libre, solo tienes que comprarte un billete de tren de Valencia a Madrid y aprender a disfrutar de la capital en tan solo unas horas de visita. A continuación te vamos a dar algunos consejos para que vuelvas a casa con un buen sabor de boca, y no solo por el bocata de calamares. ¡Coge papel y boli que empezamos!
Punto de partida: Puerta del Sol
Parece una obviedad pero por si acaso te lo recordamos: madruga, madruga mucho ese día. Piensa que tienes que exprimir el día, así que acuéstate pronto el día de antes y coge el primer tren dirección Madrid. El tren llegará a su destino en la estación de Chamartín, por lo que solo tienes que coger el metro o el cercanías para, en unas pocas paradas, estar en la aclamada Puerta del Sol. Sí, el corazón de Madrid. Como habrás llegado bien pronto, puedes desayunar en la chocolatería más famosa de la ciudad, que es la Chocolatería San Ginés, a unos pocos pasos de la Puerta del Sol.
Hazte unas buenas fotos junto al Oso y el Madroño y al lado de la Real Casa de Correos, donde cada año su reloj protagoniza las tradicionales campanadas de Año Nuevo. Este es, desde luego, un punto ideal para orientarte en la ciudad. ¡Por algo tiene el Km 0!
De la Plaza Mayor al triángulo del arte
Si sigues por el centro, tienes muy cerca la Plaza Mayor, otro de los puntos icónicos de la ciudad. Aquí puedes almorzar el famoso bocadillo de calamares madrileño y darte una vueltecita por las calles adoquinadas que salen de la plaza, donde puedes encontrar tiendas, cafés y locales de artesanía. También puedes aprovechar y comerte una tapitaen el mítico Mercado de San Miguel, que ofrece una combinación perfecta de tradición y modernidad.
Luego, puedes o bien coger el metro o darte un buen paseo hasta el triángulo del arte. ¿Que por qué se llama así? Porque en torno al Paseo del Prado tienes nada más y nada menos que el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado. Desde luego, no puedes irte de Madrid sin visitar a Velázquez, Goya, El Bosco o Picasso, entre otros.
Por último, y solo si te da tiempo, puedes disfrutar de una espectacular puesta de sol en el Templo de Debod para cerrar el día con un toque mágico.
Y después de esta fantástica ruta, solo queda volver a Chamartín para coger el tren de vuelta a Valencia sabiendo que has saboreado en menos de 24 horas los lugares más especiales de una de las ciudades más completas y espectaculares del mundo.