Hablamos con la actriz y la directora de El Cuco, Mar Targarona, que nos cuentan las dificultades del rodaje, y detalles sobre el thriller.
Ganadora del Goya a la mejor actriz en 2019 por su papel en La trinchera infinita, Belén Cuesta debuta en el cine de terror con El Cuco, película que se estrena este próximo viernes en toda España y que bebe de clásicos del género como Psicosis o La semilla del diablo. “Cuando me llegó el guion, lo asumí como un reto, porque era algo que no había hecho nunca y que me apetecía mucho probar”, ha señalado la actriz sevillana esta tarde en los cines Kinepolis Valencia, a los que ha asistido para presentar este último trabajo. “Me gustaba mucho la historia porque trata temas como la inmadurez, las relaciones de pareja o la muerte, y que además la película estuviera dirigida por una mujer me parecía muy estimulante”.
Junto a ella, la realizadora Mar Targarona ha afirmado que “Belén es una actriz con una presencia extraordinaria, y yo estaba muy segura de ella porque las grandes intérpretes de comedia siempre tienen un talento dramático muy potente”. Sobre la producción, la realizadora de El fotógrafo de Mathausen y Dos ha destacado la importancia de las casas, “que tienen un peso fundamental en la película y en las que, contrariamente a lo que suele pasar en el cine de terror, hay muchísima luz”. Además de Belén Cuesta, El Cuco está protagonizada por Jorge Suquet y los intérpretes alemanes Rainer Reiners y Hildegard Schroedter, mientras que el guion corre a cargo de Alfred Pérez-Fargas y Roger Danès, ambos colaboradores habituales de la directora barcelonesa.
Mar, El Cuco es un Thriller psicológico con tintes de terror, pero es verdad que la estética y la narrativa difiere un poco de los clásicos del género.
Si, está un poco hecho expresamente. Es como una película de terror pero al revés. La cuestión es que a mi, personalmente, no me apetece ir al cine a ver películas oscuras y tenebrosas, y con todos los elementos propios del cine de terror. Por eso, decidimos hacerla luminosa, y que sea una película agradable de ver, y bonita, al final.
Belén, es tu primer personaje en este género ¿Cómo te has sentido?
Me he sentido muy bien, principalmente porque he estado muy bien rodeada y capitaneada. Me daba mucho vértigo, sobre todo al principio, pero luego ya me relajé (se ríe). Y creo que ese vértigo está muy bien tenerlo en esta profesión, porque sino uno está como demasiado acomodado.
¿Qué ha sido para vosotras lo más difícil del rodaje?
Mar: Yo creo que lo más difícil fue el rácord, no solo físico o de los elementos, sino emocional de los actores, al no estar rodada en orden cronológico. Luego casar todos los planos, que tuviera un sentido, una armonía y un ritmo, fue yo creo lo más complicado.
Claro, porque una de las cosas más potentes de la película es el giro de los personajes.
Belén: Si, efectivamente. La evolución de los personajes es potente, y en ese sentido Jorge Suquet, por ejemplo, ha hecho un trabajo muy minucioso.
Al final, el terror es una excusa para hablar de temas cotidianos. ¿Por qué eliges este género, Mar?
Mar: Bueno, es un género que me gusta mucho. Para relatar lo que quería me he basado un poco en La semilla del Diablo, de Roman Polanski, que me encanta, o La mano que mece la cuna, de Curtis Hanson, que era una película como muy sencilla. Y por supuesto Hitchcock con, por ejemplo, La sombra de una duda, por el planteamiento. Me encanta que en un instante se introduzcan elementos perturbadores en algo aparentemente perfecto. Hitchcock hace perfectamente eso. Mezclar tensión y suspense con historias de amor y cotidianas. Creo que esta muy bien partir de estas historias cotidianas. Además, dentro de la ficción de pueden contar grandes verdades.
También se trata el tema de los roles de pareja, ¿son clichés o realidad?
Mar: Yo creo que no son clichés y que hemos dibujado unos personajes muy reales. Ella trae niños al mundo, así que tiene los pies muy en la tierra. Él es un arquitecto muy ambicioso, inmaduro, enanchado a todo lo tecnológico. Y esto les va separando, aunque a priori no quieran. Pero partimos de una crisis entre ellos, claro.
En tu caso, Belén, ¿has seguido un proceso de preparación del personaje diferente de otras ocasiones?
El proceso de texto, con Jorge, si que ha sido parecido a lo que suelo hacer. En el propio rodaje la complejidad es que era muy técnico. Había planos que estaba sola y tenía que imaginarme lo que estaba pasando. O el tema de la prótesis. En maquillaje tardaban unas 5 horas, y yo de pie (se ríe) Eso para mi, por falta de costumbre, es más complejo. Pero por otro lado, que suerte poder vivirlo e investigar en ese campo.
¿Os da más miedo las películas de terror o la realidad?
Mar: A mi a veces el mundo cotidiano me parece terrorífico, la verdad (se ríe)
Belén: A mi me dan mucho miedo las películas de miedo (se ríe). Y también es una de las cosas que más me atraía de este proyecto, poder experimentarlo desde dentro. Pero la realidad… si, porque dentro de la película no te planteas que estás rodando un plano de terror.
¿Cómo veis el sector actualmente?
Mar: Difícil. En primer lugar porque tenemos un competidor muy grande que es el cine americano, que a mi me encanta, pero es muy fuerte. Porque compites con películas de mucho presupuesto.
Belén: Si, yo estoy de acuerdo, pero es verdad que también veo gente muy valiente que levanta sus proyectos de manera admirable, sobre todo proyectos muy propios, de identidad, más íntimos. Ahora hay muchas directoras con un lenguaje muy personal, y explorando géneros muy diferentes. Pero es verdad que levantar una película es muy costoso, y lleva muchísimo trabajo detrás.