La Navidad es esa época del año en la que la cartera y la báscula tiemblan: comilonas, fiestas, reuniones familiares, turrón, cenas de empresa, Nochevieja, polvorones… Es difícil llegar al final de estas fiestas sin un par de kilos de más si queremos seguir disfrutando de ellas. Aunque sí hay una serie de trucos que te ayudarán a mantener el peso en Navidad y a seguir disfrutando de las fiestas
- Empieza el día haciendo ejercicio
Las fiestas navideñas no tienen por qué significar dejar de ir al gimnasio. Continúa con tus rutinas. Además de sentirte mejor, compensarás los excesos. Y si te es imposible ir al gimnasio, pequeños ejercicios diarios como volver a casa caminando o en bicicleta en vez de en coche o utilizar las escaleras en vez del ascensor, pueden ayudarte.
No esperes a Año Nuevo para iniciar tus propósitos, puedes empezarlos ya. Te proponemos esta sencilla tabla de rutina. ¿Seguro que no puedes sacar ni 20 minutos al día?
- ¡Ayunar está prohibido!
Mantén tus cinco ingestas diarias de comidas. ¡Nunca te saltes una comida! Ir en ayunas a grandes eventos, creyendo que así pierdes peso, al final produce el efecto contrario al deseado. Llegar a la cena de Navidad con un hambre espantoso solo hará que comas mucho más y perderás el control. ¡No te mortifiques todo el día solo porque tengas una cena por la noche! Sigue tu dieta normal y disfruta del banquete, ¡que es Navidad!
- Compensa los excesos
Nunca renuncies al asado y el turrón, disfrútalos y compensa al día siguiente con comidas menos pesadas. Evita las sobras del tercer y cuarto día de Navidad. Una vez pasadas las fechas señaladas come un par de días más ligero y dile a tu abuela que no te llene hasta los bordes un tupper con lo que ha sobrado.
- Verduras como guarnición y compensación
Los vegetales tienen la ventaja de ser más ligeros y aportar fibra para eliminar calorías. Verduras deurativas como la alcachofa, el puerro, el apio o la cebolla, además de estar deliciosas y permitir múltiples formas de preparación, te ayudarán a compensar y depurar el cuerpo de los excesos.
- Mejor pescado que carne
Si te dan a elegir plato, mejor si pides pescado blanco que carne. La grasa del pescado tiene la ventaja de que es instaurada y tiene menos contenido en colesterol que la carne. Y si eres más de carne, evita comerla con piel.
- Modera el alcohol
El alcohol es una gran fuente de calorías vacías que engordan y provocan sensación de hinchazón del cuerpo. Mide los combinados, grandes trampas al ser mezclados con refrescos gaseosos, opta mejor por vinos blancos o champán. Estas opciones tienen menos azúcar, atacan menos a tu hígado y estimulan la digestión.
- Bebe mucha agua
Partamos de que la ingesta de agua es muy importante en cualquier fecha. Pero además, beber dos vasos de agua antes de las grandes comilonas, te permitirá llegar con sensación de plenitud. Si la tomas fría, obligarás al cuerpo a esforzarse para calentarla, quemando así calorías con un vaso.
- Come hasta saciarte, no por vicio
Son frecuentes las comidas consistentes en un plato detrás de otro: entrantes, sopa, pescado, carne, verduras, canapés, pan, postre, café, turrones, roscón… ¡selecciona! No pongas en tu plato cantidades que no sabes si vas a poder comer. Mejor raciones pequeñas e ir repitiendo hasta que el cuerpo diga basta.
- Come despacio
Comer demasiado rápido es poco saludable y propicia que ingiramos más. Come con tranquilidad, deléitate con cada uno de los sabores y sensaciones del plato y el ambiente. Es la mejor estrategia para controlarnos y evitar los empachos.
- No te prives en los días señalados
No renuncies nunca a ningún evento en días señalados: la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la vena de Fin de Año, Reyes, la cena de empresa… Sabemos que hay fechas que es imposible no pecar disfrutar. ¡Disfruta! Son fiestas, estás con la familia, con los amigos… Disfruta de estas fechas y no renuncies a ellas.