Coque Malla ha evolucionado como persona y artista, aunque no siempre es consciente de ello. De una forma tranquila y pausada, nos explica su concepto de la música, de dónde le viene la inspiración, y de su relación con el cine.

El 31 de julio vuelve a Valencia a hacer un concierto muy diferente del que hizo a principio de año. Y nos confiesa que habrá sorpresas.

Coque, ¿Qué se va a encontrar el público valenciano en el concierto en Valencia el próximo 31 de julio? ¿Hay alguna sorpresa especial que puedan esperar esa noche?

Pues este concierto va a ser muy diferente al que dimos en el Palau de Les Arts a principios de año. Ese fue el concierto de gira de presentación del disco “Aunque estemos muertos”, y estaba totalmente basado en el disco, y muy teatral. De hecho, tocamos el disco entero por orden. Este es mucho más explosivo, más festivo, con pantallas, visuales, y preparado para escenarios más grandes. Y no se basará solo en el último disco sino que tocaremos temas de otros discos y épocas. Y si, habrá una sorpresa que los valencianos y valencianas vais a disfrutar seguro.

‘Aunque estemos muertos’ es un disco más maduro que habla de temas como la fragilidad, el paso del tiempo… ¿Cómo describirías la evolución de tu estilo musical?

Bueno, yo evoluciono como persona y con el mundo. No me paro a pensar ni analizar como es mi evolución. Imagino que lo hago, pero no soy consciente. La vida cambia, y al final mis discos son como una especie de diario abstracto emocional y musical de las cosas que me van pasando y de las que voy reflexionando. Voy trabajando, buscando canciones. Al final los artistas escribimos sobre el mundo que nos rodea.

¿De dónde surge la inspiración para tus composiciones?

Yo creo que ese es el gran misterio del arte, de dónde saca uno la inspiración. Yo creo que el origen de esa chispa que se llama inspiración es casi tan complejo como el origen del universo. El artista utiliza los instrumentos, los pinceles, el texto… y hace como de antena de todas esas historias que están flotando en el aire, y bajarlas al plano físico. Yo creo que uno no hace las canciones sino que las descubre, las encuentra. Es un misterio y es maravilloso.

¿Qué opinas de la música actual?

Ese es un término muy amplio, porque hay millones de tendencias y artistas, pero creo que la música actual vive un momento muy ecléctico, en el que se hace y se escucha de todo. Dentro de unos años supongo que definiremos esta época, necesitaremos empaquetar esta década y explicarla. Porque pasan muchas cosas.

¿Crees que quizá ciertos géneros han invadido al resto?

Creo que si no te dejas invadir, no te invaden. Yo la música que no me gusta no la escucho. Imagino que te refieres al reggaetón, y creo que ese es un fenómeno muy latino e hispano. Cuando viajas por Europa o por EEUU, te das cuenta que no hay tanto.

Siempre has estado muy cerca del cine, tanto como actor, como realizando bandas sonoras. ¿Hay algún proyecto cinematográfico en el que estés trabajando? 

Cinematográfico no. Hay un proyecto, como actor, pero no puedo hablar de él. ¡Ya me gustaría! Pero estoy muy ilusionado, porque es algo muy diferente a cualquier disciplina en la que he trabajado durante mis años de carrera. Y es un reto. El año que viene haremos la gira de 40 aniversario, y después, me dedicaré a este proyecto todo el año, y ya hablaremos de él.

Músico o actor ¿a quién quieres más?

Lo tengo clarísimo. Yo soy músico, y cada vez más. Si que es verdad que hubo un momento en el que me sentía más en medio, y un poco más showman, pero ahora me siento más músico, compositor de canciones, y hacedor de discos que actor. Además, en la música yo cuento mis historias, y en el cine estoy al servicio de las historias de otros. Es más personal.

¿Sala pequeña o escenario grande?

Yo disfruto mucho de las dos. Y me siento afortunado porque puedo hacer las dos cosas. En invierno, hacemos conciertos en teatros, auditorios, y en verano en escenarios más grandes.