Descubre el eneagrama con Borja Vilaseca

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“La personalidad es una construcción mental tejida a base de creencias y pensamientos”

“El Eneagrama es una herramienta de autoconocimiento, con la que podemos empezar nuestra propia transformación, y huir de la jaula mental que el propio ego ha construido”

Cuéntanos qué vamos a poder encontrar en “Tu eres lo único que falta en esta vida”? ¿De dónde viene el título?

Bueno, aquí le he hecho un homenaje a Ramana Maharshi, que es uno de los grandes místicos del siglo XX y uno de los grandes exponentes de lo que es la filosofía advaita, que es la no dualidad. El título “Tú eres lo único que falta en tu vida” Este tú es un estado de consciencia porque lo que somos esencialmente es consciencia, en relación con la presencia y la verdad. Ahora mismo estamos encarcelados por un yo, que es esta jaula mental. Estamos totalmente poseídos por la mente, y el ego está construido con pensamientos, con creencias. Entonces lo que falta en tu vida es la consciencia, la presencia, la verdad y la dicha inherentes a tu verdadera esencia.

Hablas de jaula mental, ¿Qué significa exactamente?

El ejemplo más fácil que siempre pongo es que todas las mañanas mientras estás en la ducha, tú no estás realmente ahí. Estás pensando en otras cosas, como lo que tienes que hacer ese día. O algo del pasado, pero lo único real es que estás en la ducha. Tu mente te lleva a otros sitios, te saca de la realidad para llevarte a una realidad imaginaria y ficticia. Estamos totalmente secuestrados por la mente. La jaula mental es esa inconsciencia de estar secuestrados por ella, hipnotizados por pensamientos que tienen como protagonista el Yo. Esa jaula es la que nos arranca de lo verdaderamente real, que es el momento presente aquí y ahora. Entonces, cuando tú estás esclavizado psicológicamente por tu mente, metafóricamente se habla de una jaula mental.

Para quien no lo sepa aún, ¿qué es el Eneagrama?

El Eneagrama disecciona el ego, hace una radiografía del mismo para que cuando tú estés en tu vida cotidiana tengas cada vez más momentos de despertar. Nadie está consciente 24 horas, pero el reto es conseguir cada vez más momentos de consciencia, de volver al aquí y al ahora, de ser consciente que te vas, y le digas a tu mente “vuelve”. Esa consciencia es lo que somos verdaderamente. Hemos de despertar y de vivir el momento presente.

Y ¿cómo nos ayuda el Eneagrama?

El Eneagrama son nueve tipos de personalidad, nueve modelos mentales, nueve esqueletos psicológicos. Y en la medida que tú vas profundizando en cada uno de estos eneatipos, vas dándote cuenta de que el Eneagrama te aporta cuál es la herida de nacimiento, la sensación inconsciente que está detrás de todas tus conductas, acciones y motivaciones. Es un camino de aprendizaje, como la vida.

¿Herida de nacimiento?

Si, cada eneatipo tiene una herida de nacimiento diferente. ¿Cuál es la percepción neurótica? Por ejemplo, yo me siento imperfecto y mi percepción neurótica es que creo que soy imperfecto y eso genera una motivación egocéntrica que es tengo que ser perfecto. De ahí surgen unos defectos egoicos, exigencias para perfeccionarme, porque me siento inseguro. De ahí surgen unos resultados insatisfactorios. El tipo de emociones más comunes, en mi caso frustración, ira, prepotencia, incluso. Dime qué herida de nacimiento tienes y te diré qué tipo de crisis existencial vas a experimentar. Cuanto más me conozco y más me voy trabajando, miro con perspectiva mi vida y comprendo muchas cosas porque naces con un modelo mental. Evidentemente eso es la semilla. Luego están las circunstancias, las condiciones meteorológicas, el tipo de padre, madre, todo lo que te pasó, pero tú lo procesas desde tu eneatipo, claro. Y en función de tu herida vas construyendo un personaje, un yo, un ego, un escudo, una máscara y en base a esa jaula, esa forma de percibir la realidad, claro, te vas relacionando con lo que pasa de una determinada manera. Y finalmente acabas cosechando unos resultados y una crisis que te ponen como un espejo delante del espejo. Y puedes empezar tu proceso de transformación.

¿Y es difícil erradicar el ego?

Claro, erradicar el ego es imposible. Pero ya lo digo en la primera página del libro. La liberación pasa por conocer la cárcel psicológica en la que tú estás encerrado, dándote cuenta de que en realidad no existe dicha prisión, ni tampoco alguien que esté prisionero. La ironía es que es el ego el que quiere liberarse de la jaula que él mismo ha creado. Y mientras siga habiendo un yo queriendo ser libre, la liberación jamás sucederá. Cuando tomas consciencia de que el ego es una ilusión y de que la personalidad es una construcción mental tejida a base de creencias y pensamientos, te das cuenta de que la auténtica libertad es ser consciente de quien eres verdaderamente. Eso es lo único que falta en tu vida.

Y ese estado de libertad ¿se consigue?

El tema está en que esa libertad, esa liberación es ese estado de presencia, consciencia, verdad y dicha que está aquí y ahora. Si saliéramos de la mente, entraríamos ipso facto en ese estado. Pero claro llevamos 40 años ahí. O sea, hay destellos que te llevan a eso, y es fundamental para ello comprender tu psicología, el eneatipo y luego por supuesto el camino del silencio, la meditación, la autoobservación, el camino de la espiritualidad.

Ser consciente de tus defectos o sombras, también puede ayudarnos a ver la luz no? ¿De qué forma?

Claro. Y yo creo que ese es el juego. Es la dicotomía entre ambas cosas y el equilibrio es que somos luces y sombras a la vez. Y, para mi quién es capaz de ver la luz y la sombra es el verdadero sabio. La vida es un manicomio social en que vivimos todos en el ego, incluidos los que estamos saliendo de él. Pero la condición humana tiene un lado luminoso. Algún día, cuando cambiemos la educación y los niños entre una sociedad un poco más sana, con adultos sanos, con escuelas saludables, esos niños cuando sean mayores no estarán con los traumas que tenemos los adultos de hoy y podrán manifestar esa luz.

Parece que hay una corriente, sobre todo tras la pandemia, de “crecimiento personal” ¿Por qué crees que somos más conscientes de que necesitamos este tipo de herramientas?

El sufrimiento lleva a una persona a buscarse. Con cada crisis, comienzan los cambios. Yo, por ejemplo, profesionalmente soy hijo de la crisis del 2008. Ahí es cuando empezaron a florecer mis proyectos educativos. Y luego cada persona, en función de su personalidad y su idiosincrasia, despierta por motivos diferentes. De hecho, lo más común es profesional, emocional o sentimental. Cuando se rompe una relación, o hay una pérdida, existe una mirada hacia dentro.

¿Y crees que ahora está de moda esa búsqueda del silencio? Mucha gente busca retiros espirituales, quizá más que antes, porque lo ven en sus amigos, en las redes sociales…

Las modas son coyunturales, no son tendencias, van y vienen. Pero lo que es estructural es que hay un trasfondo de que el autoconocimiento es positivo. Yo cada vez conozco más gente que lo practica y eso es bueno. Lo que no pasa es gente que vuelva a la inconsciencia. Puede decepcionarte una herramienta o un gurú, pero eso al final tiene que ver con la revelación del ego, ya que no quiere ser destronado. El autoconocimiento es el principio del fin del ego, y él va a intentar lo va a ridiculizar. Pero el despertar de la conciencia es imparable, es una minoría súper minoritaria, emergente, pero ahí está.

Con tanto ruido, saturación de información ¿Cómo identificar la que es de calidad? ¿Cómo distinguir a una persona que realmente nos ayuda de un “vendedor de humo”?

Hay ciertas personas que son idealizadas por sus seguidores, se les sube el ego y empiezan a creerse una especie de gurú, un maestro espiritual. Se identifican con ese nuevo personaje y se establece una relación jerárquica de poder que en algunos casos se han perdido. Yo intento neutralizar esa idealización e integrar en mi discurso mi lado oscuro. Lo que cada uno se tiene que preguntar es si lo que alguien te ofrece, te está aportando algo positivo. Y a partir de determinado momento, decir “Gracias por la inspiración, pero a partir de aquí sigo mi propio camino”, y no divinizar a nadie. Al final, la madurez pasa por convertirte en tu propio referente.

Háblanos de tu parte emprendedora, con cinco escuelas a tus espaldas.

Pues mira, tenemos la Fundación Utópica, de dónde nace Utópica Labs, que es un hub de educación consciente, donde diversos pedagogos hablamos de educación consciente. Desde ahí estamos creando la Escuela Consciente Terra, que es una escuela de 3 a 17 años, comprometida con el desarrollo integral de niños, niñas, jóvenes, familias y acompañantes. Después está la Akademia, donde jóvenes de entre 18 y 23 años reciben educación emocional. Y por supuesto, Kuestiona, que es una comunidad educativa para el crecimiento y desarrollo personal.


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