Los dulces más típicos de Todos los Santos

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Resulta entrañable y muy nostálgico degustar junto a nuestros seres queridos los dulces más típicos de Todos los Santos. El Día de Todos los Santos es una celebración litúrgica incluida en el calendario cristiano desde el siglo VIII, que los católicos celebran el 1 de noviembre. Al día siguiente, de Difuntos, es el turno de acordarse de todas las almas que aún esperan en el Purgatorio.

Lo cierto es que la tradición que se mantiene es la de visitar el cementerio en familia para depositar flores o simplemente recordar a nuestros seres queridos. Un acto cada vez más simbólico.

Dejando a un lado las nuevas golosinas típicas de Halloween y las archiconocidas calabazas, los dulces populares en nuestro país son similares a los de Semana Santa y Cuaresma, con flores fritas, buñuelos, delicias fritas o pestiños. Además de los panellets, que comparten el protagonismo de la almendra en su elaboración con otras viandas tradicionales, como los huesos de santo.

Castañas y otros frutos secos, así como boniatos, calabazas y membrillos, completan la mesa de estos días, con especialidades regionales.

Religiosos o no, hay algo mágico en compartir estos dulces al menos una vez al año. Vamos a introducirte en este mundo tan nuestro con algunos consejos para su degustación.

Los huesos de santo son un dulce tradicional de preparación elaborada. Hay que comerlos con moderación, pues son contundentes.

Se dice que los buñuelos de viento representan a las almas que se elevan escapando del Purgatorio, y son un dulce imprescindible en estas fechas. La delicada masa se hincha al freírla, creando una textura sabrosísima.

La variante con calabaza no podría ser más adecuada para el otoño. Tan o más ricos que los buñuelos normales, la hortaliza añade sabor, textura y un bonito color.

Los panellets caseros se toman fríos, y mejoran mucho más si se dejan reposar uno o dos. La receta tradicional es con boniato, aunque una versión menos empalagosa es darle un toque con zumo de naranja, para los que disfruten de dulces menos dulces. La variante con patata cocida en la masa es muy socorrida para no tener que usar tanta almendra molida en la masa, y quedan también deliciosos. La de chocolate hará las delicias de todos y la de erizo es muy divertida para los más pequeños.

Los pestiños son dulces de sartén que también abundan en la festividad de Todos los Santos y son típicos de Andalucía. Su textura y sabor con el toque de anís ya sean bañados en miel o rebozados en azúcar, es irresistible.

Y con variantes por todo el país, las rosquillas o roscos fritos son otro clásico de la fritura dulce que siempre tiene su hueco en las festividades religiosas.

Las flores fritas sólo requieren algo de mañana a la hora de introducir la masa en el aceite.

¡Qué aproveche!

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