Beatriz Serrano
©Andrea Casino

Beatriz Serrano analiza la sociedad en su primera novela El Descontento

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Entrevistamos a Beatriz Serrano, la escritora detrás de la novela “El Descontento”, un relato que ha resonado profundamente en el panorama literario. De una forma incisiva, Serrano aborda temas universales de insatisfacción y búsqueda personal, a través de situaciones cotidianas en el entorno social y laboral. En nuestra conversación, exploramos su proceso creativo, sus influencias y los mensajes que espera transmitir a través de la novela.

El descontento no para de darte alegrías. Tras los reconocimientos, ahora te van a leer en Alemania, Francia, Italia y Hungria, además de en Londres y Usa. ¿Cómo te sientes? Los reconocimientos son importantes.

Yo no tenía ningún tipo de expectativa con el libro. Es decir, siempre pensé “ojalá lo leyera el máximo número de personas, y me llegue un feedback bonito”, pero no entraba en mi cabeza que esto pudiera pasar. No tuve mucha ambición comercial ni el género es muy comercial. Al final es un libro muy punki, que pensé que lo iban a leer cuatro tarados.

Bueno, pero al final, creo que estamos cada vez más ávidos de historias del día a día con las que nos podemos sentir más identificados.

Si te digo la verdad intentando razonar el por qué del éxito del libro, quizá también es porque vivimos en una sociedad cada vez más globalizada, y eso hace que la identificación sea mayor, cuando por ejemplo mis referentes, que menciono en el libro van desde Pedro Almodóvar y Fabio McNamara, hasta Britney Spears, porque al final yo me he criado con el acceso a esa cultura que nos llegaba que era también muy estadounidense. Así que puedo entender que lo que he escrito puede viajar muy fácilmente, ya que toda mi generación hemos vivido un poco con los mismos referentes. Y si, claro, los temas también son universales, con lo que esa sensación aumenta.

Ya lo has explicado varias veces porque se publicó hace ya varios meses, pero por si alguien no lo sabe y en una frase, ¿podrías describirnos qué encontramos en el descontento?

Para mi el descontento es la sensación de haber seguido un guión y darte cuenta de que no te gusta la película de la que formas parte. Y esa sensación empieza de una forma muy sutil, ya que te metes en una rueda de la que después te resulta muy difícil salir.

Marisa podría ser cualquiera de nosotras. ¿Te has inspirado en tu vida y en la de tu alrededor? ¿Cómo te vino la idea del libro?

El descontento viene por esa situación o rutina en la que muchos y muchas estamos metidos, desde la propia inacción. Es decir, si hubiera rabia u otro sentimiento, Marisa iría a terapia, se apuntaría a un sindicato, o quemaría contenedores. Pero hay una falta de acción.

Al superar la franja de los 30 me di cuenta que el trabajo se había convertido en una conversación muy habitual en las conversaciones de mis amigos, y no era una conversación agradable. Todo el mundo se quejaba del trabajo y de cómo pasaba sus días. Al final lavar el táper, hacer la compra y ver una serie, ¿es la vida que merece la pena vivir, y por lo que tanto habían luchado nuestros padres? ¿para que fuéramos unos niños infelices en nuestros pisitos diminutos?

¿Crees que en general somos una sociedad descontenta? ¿Nos hemos conformado?

Creo que nos hemos convertido en una sociedad individualista, porque se han perdido muchísimas conexiones, hiperconsumista, ya que compramos cosas para tapar esos vacíos e intentar ser felices, y todo eso provoca actitudes tóxicas y poco humanas. Y no creo que la salida se encuentre ahí. Pero al final mi intención no ha sido escribir un ensayo, sino una novela donde se lanzan preguntas. Ojala tuviera yo las respuestas. Pero si que creo que si hay ciertos cambios que son positivos, como hablar de salud mental, o luchar por los derechos, sean del tipo que sean, y se está pensando más en el ocio.

Ya, y es verdad que casi todas las personas tenemos algún problema de salud mental, que también tratas en el libro.

Bueno, es que me parece tremendo (o me lo pareció el día que surgió la idea del libro) que casi todo el mundo a mi alrededor tomara pastillas para dormir, ansiolíticos… y España somos uno de los países donde más se consumen este tipo de “drogas”, hasta el punto de que la OMS ya ha dado la alerta del aumento de depresiones, ansiedad, consumo de antidepresivos… De forma que no vamos a la raíz de nuestros problemas porque estamos drogados para ser funcionales. De hecho, ahora que me empieza a llegar más feedback, hay mucha gente que me está diciendo que agradecen leer cosas que les pasan y de las que nadie habla, o se habla poco.

Los millenials somos una generación que estamos muy acostumbrados a mostrarnos, a hablarlo todo, y eso en el fondo es bueno.

Para mi el descontento es la sensación de haber seguido un guión y darte cuenta de que no te gusta la película de la que formas parte

Como hemos comentado, uno de los temas principales del libro es el trabajo. ¿Crees que la nuevas generaciones lo ven diferente a otras generaciones?

Si, la gente ya no quiere ser explotada. Y es que si tu ves que los alquileres van subiendo, los precios de la comida, la luz… y los sueldos se van empequeñeciendo, pero tu te dejas el sudor y las lágrimas por un trabajo que al final del día, o del mes, no te permite vivir una vida “digna”, entiendo que digan “pues me voy”. Me llama mucho la atención que en profesiones creativas y más vocacionales, lo que sucede es la autoexplotación, además de la explotación de la propia empresa.

También tratas el tema de la soledad, la necesidad de vínculos, ¿Crees que estamos cada vez más solos y necesitamos cada vez más esas conexiones?

Si, si, totalmente. Y con el ritmo frenético de las ciudades aún se nota más, porque esa soledad es impuesta. No es lo mismo si eliges irte al campo a vivir. Porque estarás más solo, pero lo has elegido tú. Además la vida en un pueblo o en lugares más pequeños, es más fácil tener esas relaciones con tus vecinos. Es verdad que vivimos en una sociedad hiperconectada, pero muchas veces echamos de menos el contacto real. Ya no se crea esa comunidad que se creaba antes, porque al final nos estamos relacionando de forma diferente.

Incluso en las relaciones.

Si, por ejemplo, en El Descontento con la relación de Marisa y Pablo, lo que he intentado es explicar una relación que no entra en ninguna de las casillas establecidas. No puedes decir “es mi novio”, no te puede acompañar a un afterwork de la oficina, pero tú tampoco quieres acompañarle al suyo. Así que lo que intenté fue plasmar la legitimidad de las relaciones que a ti te hacen sentir bien.

Has recibido recientemente el Ondas al Mejor Podcast conversacional con Arsénico Caviar. Es también un altavoz para hablar de muchos temas cotidianos. ¿Son necesarios este tipo de contenidos?

No se si te diría necesario. Los podcast creo que nacieron de una forma muy anárquica, como aquellos primeros blogs, y luego se volvió “normal”. Es una nueva forma de consumir o crear contenido que, llegado un momento, se estandariza. Pero si que creo que está bien que haya voces discordantes, diferentes, e incluso que tengan una opinión diferente a la tuya. Salir un poco de nuestras cámaras de eco, y empezar a preguntarnos cosas, para avanzar.

EL DESCONTENTO

 

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