Jordi Payà: “Las consecuencias del cambio climático son graves para nuestra salud”

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Jordi Payà

Durante muchos años entró en nuestra casa a través de la televisión pública valenciana, Canal 9, para hablarnos de isobaras, de borrascas, de lluvias, de gotas frías… Más de treinta años después, sigue disfrutando de la meteo y transmitiendo su pasión a través de la televisión, pero también adaptado a los nuevos tiempos que corren… Jordi es responsable de Oratgenet.com (el primer servidor de información meteorológica de la Comunitat Valenciana) una plataforma multimedia que combina televisión, radio y redes sociales. Meteofriki confeso… siempre mirando al cielo, pero más preocupado que nunca ante la nueva realidad climática y meteorológica que nos está tocando vivir y afrontar. Cada vez tiene más claro que estamos ante el problema más importante y acuciante que ha de afrontar la sociedad actual.

Jordi, estamos asistiendo en los últimos años a episodios de olas de calor o lluvias muy potentes. ¿A qué se debe?

Estamos llegando al final de un verano que ha sido de los más duros que se recuerdan. Teníamos la esperanza que no se repitiera el ‘infierno’ del verano pasado y en cierto sentido está siendo peor. Las olas de calor puede que no hayan sido tantas como las del verano del 2022 pero los golpes de calor han sido más intensos, se han batido récords históricos de temperatura, y las noches han sido asfixiantes. Hace unos años, no muchos, nos quejábamos cuando teníamos que pasar una noche con temperaturas superiores a los 20 grados (lo que se conoce como noche tropical). Este año ha sido un lujo dormir con temperaturas de 20 grados en los municipios costeros porque las noches tórridas o ecuatoriales han sido una constante durante todo el verano (cuando los termómetros no bajan de los 25 en toda la noche y de madrugada). Creo que hasta el año pasado no nos tomábamos demasiado en serio lo de cambio climático pero el verano pasado notamos en nuestras carnes cuáles van a ser sus efectos y consecuencias.

Desde no hace mucho tiempo me planteo si ya hemos superado la línea de no retorno, si esto ya no tiene solución y sólo podemos ir a peor. Puede que se entienda mejor si comparamos el cambio climático con un vaso de agua que hemos ido llenando poco a poco durante años y años de industrialización desmesurada, de quema de combustibles fósiles, de deforestación y desertización… Cuando el vaso comenzaba a llenarse o estaba medio lleno veíamos el problema lejos o no lo queríamos ver, e incluso había quien se atrevía a vacilar a los que planteábamos el problema sin ninguna duda… hoy ha llegado un momento que el vaso está lleno a rebosar, no le cabe ni una gota más, y eso es muy preocupante, y gravísimo.

Así que el cambio climático existe. Es imposible que nadie pueda negarlo, ni siquiera ponerlo en duda. En ese sentido soy muy tajante. Soy negacionista de los negacionistas. No podemos tolerar especulaciones ni demagogias. Hemos de actuar de inmediato para minimizar sus efectos y consecuencias, y para acelerar nuestra adaptación a los nuevos tiempos que se avecinan a pasos agigantados.

¿Estamos lejos de solucionarlo, o aún hay esperanza? ¿Qué podemos hacer? ¿Solución, esperanza?

Me gustaría pensar que sí, pero estamos en un momento crucial en el que hay que ser realista, y a mí el realismo me lleva directamente al dramatismo, al catastrofismo… que en última instancia nos puede hacer reaccionar. Hasta la fecha, aunque las evidencias estaban ahí, poco hemos hecho para tratar de poner soluciones y empezar a minimizar su impacto. Quizás ahora que le hemos visto las orejas al lobo hagamos algo al respecto. Nuestro estilo de vida actual no es viable.

La situación comienza a ser insostenible. Algo hemos de cambiar de inmediato.

De hecho, el año pasado muchos meteorólogos afirmaron que este verano 2023 iba a ser peor. ¿Lo está siendo?

Se están cumpliendo las peores previsiones posibles. Pero no se trata sólo de batir récords de temperatura, lo preocupante en esta situación es la tendencia observada en la evolución de las temperaturas los últimos veranos. Desde el año 2019 los veranos están siendo bastante más cálidos que los precedentes, y no se trata sólo de una cuestión que afecte la Comunitat Valenciana o la Península Ibérica. Es una cuestión de extrema gravedad que afecta a todo el planeta. De hecho, hemos tenido el mes de julio más cálido desde que existen registros a es[1]cala planetaria

¿Qué consecuencias puede tener para nuestro futuro?

No se trata de pensar en el futuro. Nos ha de preocupar el presente que es cuando estamos experimentado las consecuencias del pasado más reciente, que es cuando el impacto humano está teniendo incidencia directa en el clima. Las consecuencias de la revolución agrícola e industrial son evidentes: el aumento del CO2 va de la mano del aumento de las temperaturas en todo el planeta y eso inevitablemente tiene incidencia directa en todo lo que nos rodea.

El cambio climático está teniendo y tendrá impacto directo en los ecosistemas, en la agricultura, en la industria, en el turismo… Ningún sector escapará a su influencia. A nivel industrial estamos notando el aumento de los costes de producción como consecuencia de una crisis energética que ya estamos sufriendo desde hace años, pero es el sector primario, la agricultura, al depender de forma más directa de las condiciones climáticas, el que está sufriendo más los efectos del cambio del clima: pérdida de cultivos por falta de lluvia, adelantamiento de las cosechas como consecuencia del aumento de las temperaturas, pérdida de productividad, y como sucede en el ámbito industrial, tanto la agricultura como la ganadería, también sufren el aumento de costes de producción…

El turismo ya está sufriendo también sus efectos y no tardaremos en buscar destinos donde nuestro descanso y disfrute vacacional no estén condicionados por factores meteorológicos. En breve no tendrá sentido ir de vacaciones a un lugar donde por la noche no se puede dormir porque las altas temperaturas y la humedad cercana al cien por cien lo impiden, donde podemos llegar a sufrir restricciones de agua, donde no se puede salir a pasear durante el día porque la calor es extrema… Y todos los factores que te acabo de relatar de forma sucinta se realimentan unos a otros: nuestros bosques sufren un estrés sin precedentes, y se producen incendios forestales que se están desestacionalizando. Los denominados incendios de sexta generación que hemos padecido los últimos veranos se producen ahora en épocas del año como la primavera o el otoño. Se trata de incendios forestales sin precedentes, consecuencia directa de la nueva realidad climática. Son imposibles de sofocar con los medos existentes en la actualidad. Alteran el medioambiente que nos rodea dejándolo desprovisto de cubierta vegetal favoreciendo un ascenso térmico que en última instancia acaba agravando el problema con el paso del tiempo. Como la sociedad actual, la crisis climática también es un asunto global que acaba afectando directamente lo que más nos duele: nuestra economía, nuestros bolsillos… Nos afecta en el presente y pone en serio peligro el futuro. La verdad es que la situación no pinta bien.

Tenemos un problema también con el agua, ya que estamos viendo la consecuencia de largos periodos de sequía. En el caso de las lluvias torrenciales donde caen muchísimos litros por metro cuadrado. ¿No sería posible establecer un sistema de recogida de agua útil que disminuya el problema?

Primero ha sido la crisis energética. Estamos pagando la energía que consumimos más cara que nunca y no hay visos de cambio… nos adaptamos, o nos obligan a adaptarnos, a la fuerza. Las sequías siempre han amenazado la Comunitat Valenciana. El ámbito mediterráneo “que ha de convivir con un clima caracterizado por la irregularidad tanto en la distribución como en la intensidad de las precipitaciones” pero también es cierto que los escenarios climáticos a los que nos dirigimos presentan sequías cada vez más frecuentes y extremas. Lo mismo pasa con los episodios de lluvias torrenciales. Lo hemos comprobado este verano con fenómenos meteorológicos sin precedentes en zonas del centro de Europa donde han sufrido los efectos de tornados y de tormentas de características tropicales. En España y en la Comunitat Valenciana también hemos tenido lluvias torrenciales y fenómenos tormentosos que han afectado buena parte del territorio de forma continuada e inusual: Murcia, Zaragoza, Navarra, Cataluña…

Fenómenos como los reventones cálidos son cada vez más frecuentes y hemos de tenerlos en cuenta en nuestras previsiones por su incidencia en nuestra actividad diaria y en las infraestructuras, cuando antes se producían de forma esporádica. Respecto a la recogida del agua de lluvia ya son muchos los ayuntamientos que cuentan con depósitos o tanques de recogida del agua en situaciones de tormentas o lluvias torrenciales para laminar los efectos de las crecidas o para el aprovechamiento de esa agua en riegos de jardines y limpieza de calles. Soy de los que piensa que la vuelta a actividades tradicionales puede ser clave en la gestión de bosques, en la prevención de los incendios forestales, en la disponibilidad de agua, en la adaptación y mitigación al cambio climático. La ganadería extensiva, la recuperación de cultivos abandonados, los aljibes…

¿Cómo es posible, y con cuánta antelación, predecir lo que va a pasar, meteorológicamente hablando?

Las previsiones meteorológicas pierden fiabilidad con el paso de los días. En la actualidad se pueden hacer previsiones bastante precisas para cuatro o cinco días. Se trata de previsiones sobre las que sería capaz de jugarme una comida… a partir de ahí solo se puede hablar de tendencias. Se puede ver un cambio a medio plazo o la continuidad de una situación de estabilidad o inestabilidad, pero no apostaría por ellas más de un euro. Las previsiones anuales o estacionales todavía han de evolucionar y mejorar mucho. Se trata de previsiones que llaman mucho la atención a los medios de comunicación porque dan juego en el contexto de cambio climático que estamos viviendo, pero hemos de ser conscientes que sólo nos hablan de tendencias de si la estación que está a punto de empezar será cálida o lluviosa, pero este tipo de previsiones ofrecen pocas garantías.

¿Qué factores contribuyen a estos extremos: ¿Sequía vs Lluvias destructoras?

Para contestar a esa pregunta habría que hacer un resumen de lo comentado hasta ahora. De entrada, el clima mediterráneo es muy irregular y combina periodos secos con otros más lluviosos, meses de sequía con lluvias torrenciales que en pocas horas acaban con la penuria pluviométrica (provocando en muchas ocasiones daños materiales en infraestructuras e incluso cobrándose vidas humanas). Los expertos en climatología, los científicos y las evidencias recientes apuntan hacia periodos de sequía más frecuentes y extremos, y a episodios de lluvias torrenciales cada vez más extremos y devastadores. En el tiempo que llevo dedicándome a la meteo nunca había conocido fenómenos como Gloria en pleno invierno y pocas veces he visto temporales como Filomena o borrascas con características tropicales llegando a nuestras latitudes. Se trata de fenómenos a los que tendremos que hacer frente de forma más asidua.

 ¿Qué consecuencias tienen las olas de calor, las sequías, o estos episodios de lluvias fuertes?

Se trata de fenómenos que no tienen consecuencias positivas ni para la sociedad ni para el medio ambiente porque se retroalimentan en sentido negativo. Un ejemplo son las olas de calor que estamos sufriendo los últimos veranos. Son más intensas, de mayor duración y más habituales. Estadísticamente se ha comprobado que las condiciones meteorológicas veraniegas empiezan una semana antes que hace unas décadas y acaban una o dos semanas después….y eso tiene incidencia directa en la temperatura del agua del mar que cada vez es más cálida lo que a su vez tiene repercusión inmediata en la cadena trófica y en los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos que tendremos que soportar.

Hablando de la temperatura del mar. ¿Cómo y cuánto debe preocuparnos esto?

Hace poco la temperatura del mar era una de las incógnitas a desvelar en la ecuación del cambio climático. Se sabía de la importancia del agua oceánica en la captación de CO2. También se conocía el papel fundamental que juegan las corrientes oceánicas en la redistribución energética del planeta y la influencia económica que pueden llegar a tener en determinadas zonas o cómo pueden llegar a influir en la distribución de los centros de altas y bajas presiones que en última instancia determinaran las condiciones meteorológicas que nos van a afectar. Nosotros vivimos en un mar cerrado como el Mediterráneo que alcanza temperaturas muy altas, cada vez más altas, a finales del verano, y eso tiene una repercusión meteorológica inmediata: conforme avanza el verano las brisas se hacen cada vez menos efectivas, las noches tórridas más habituales y con el mar tan cálido aumenta también el riesgo de precipitaciones torrenciales.

Pero todavía es más preocupante que el ascenso de la temperatura del mar está siendo también un hecho constatado a nivel mundial. En el Ártico, y al norte del Atlántico los registros de temperatura también están dando valores muy por encima de los habituales, se dan registros históricos que tienen incidencia en el deshielo de las zonas árticas y no tardará en tener incidencia en las corrientes oceánicas que a su vez influyen en el clima… la pescadilla que se muerde la cola. El ascenso térmico de los océanos tiene incidencia en las corrientes marinas tanto en superficie como en profundidad, en la acidez de los océanos que a su vez tiene incidencia en la fauna y la flora, en los patrones de altas y bajas presiones, en los fenómenos conocidos como el Niño y la Niña. Es un aspecto que nos debe de preocupar tanto o más que las modificaciones acaecidas en la atmósfera….

Entonces, en los próximos años, ¿viviremos veranos de olas de calor permanentes o periodos de sequía extrema?

Todo indica que tendremos que acostumbrarnos a una nueva realidad climática, que las estaciones dejarán de ser tal como las conocemos. Los veranos empezarán antes y acabarán más tarde acortando el período otoñal y el primaveral, los inviernos serán más cortos y menos rigurosos con periodos cortos pero de frío muy intenso… y no quiero ser redundante pero nuestro estilo de vida y nuestra economía se verán afectados… y no sé si aún estamos a tiempo de hacer algo al respecto. El panorama no es demasiado alentador.

¿Hay algún resquicio de esperanza?

Afortunadamente en los últimos años y décadas hemos avanzado mucho desde el punto de vista técnico y científico. En poco tiempo hemos pasado de las especulaciones, divagaciones y demagogias, a ver la realidad de forma mucho más cercana. El problema es real y palpable, y pienso que es el primer paso para saber lo que no queremos, para tener claro a qué nos estamos enfrentando. Las previsiones meteorológicas de hoy en día nada tienen que ver con las de hace unos cuantos años. Son más fiables y nos permiten hacer frente a los fenómenos adversos con más garantías.

Aprovecho para ‘denunciar’ noticias meteorológicas confusas, la búsqueda de clickbaits (búsqueda de clics en páginas web con noticias que no son del todo ciertas) que lo único que consiguen es confundir a la gente a través de noticias sensacionalistas que muchas veces tienen poco que ver con la realidad. Hemos de exigir y saber elegir donde consultar la información meteorológica confeccionada por profesionales de garantía. No podemos aceptar que un menor de edad llene cabeceras en medios de comunicación con noticias meteorológicas con poca base científica, igual que no pondríamos nuestra salud en un cirujano, cardiólogo u oncólogo que no hubiera cursado estudios o certificado sus conocimientos. Reivindico la rigurosidad en la información meteorológica. Una buena información meteorológica puede y debe de ser el primer paso para hacer frente y poder adaptarnos a la nueva realidad climática que nos ha tocado vivir.

¿Practicas con el ejemplo?

¡Por supuesto! Es más, en ocasiones se me ha acusado de ser demasiado ‘blando’ en mis previsiones, de no cargarlas de un poco de dramatismo. He tenido jefes, editores de informativos, directores que después de haber leído o escuchado noticias en otros medios de comunicación me ‘han regañado’ porque según ellos/ellas habían rebajado la tensión de la noticia. A mi favor he de decir que pasado el periodo de previsión la mayor parte de las veces me han dado la razón argumentando que el episodio de gota fría o la DANA no había sido para tanto. Lástima que sólo te dan la razón cuando ha pasado todo y que ha de pasar tiempo y varios eventos meteorológicos para que acaben de confiar plenamente en ti.

La información que ofrecéis Oratgenet es muy diversificada. ¿La información va dirigida a un sector determinado?

Oratgenet es una plataforma que ha ido evolucionando con el tiempo desde su creación en el año 2000. ¡Aunque parezca mentira hace 23 años no existía internet y hacíamos previsiones meteorológicas! En aquella época vi que internet era el futuro y me propuse crear el primer servidor de información meteorológica de la Comunitat Valenciana. Las conexiones eran analógicas y no te cuento el tiempo que me costaba hacer y actualizar las previsiones. No existía en la Comunitat Valenciana un servicio de información meteorológica adaptado a esa nueva herramienta que estaba naciendo y que lo iba a revolucionar todo: internet, pero también para dar a un servicio a empresas públicas y privadas, instituciones… Con el cierre de Canal 9, la existencia de Oratgenet me sirvió de base para configurar toda una plataforma que ofrece servicios meteorológicos para webs, televisiones locales, radio y empresas privadas.

¿Quiénes son los clientes de Oratgenet?

Además de clientes también me gustaría destacar y agradecer el apoyo de nuestros patrocinadores que utilizan nuestra plataforma para darse a conocer y hacer viable nuestro proyecto. Pero puede que el cliente más importante y fundamental sea el público en general que consulta todos los días las previsiones en nuestra web, y redes sociales, que ha hecho que el proyecto Oratgenet haya ido creciendo año tras año y nos han dado nombre para que desde muchos sectores utilicen nuestras previsiones para rentabilizar sus empresas. En cualquier actividad las condiciones atmosféricas juegan un papel fundamental a la hora de tomar decisiones. Empresas relacionadas con el mundo audiovisual, fotógrafos, productoras de cine y televisión. Sectores como el agrícola, el turismo o colectivos relacionados con actividades al aire libre están cada vez más necesitados de previsiones meteorológicas precisas y detalladas que les permitan tomar decisiones beneficiosas para su negocio. Una buena información meteorológica es de vital importancia para acometer proyectos con mayor seguridad garantía. Recientemente la proliferación de festivales de música también ha supuesto un incremento importante en la demanda de previsiones meteorológicas sobre todo a raíz de las experiencias negativas provocadas por fenómenos extremos.

Empresas relacionadas con la construcción o el tratamiento de humedades son también clientes destacados de Oratgenet. Me gustaría destacar una empresa como Murprotec que, como sabéis, está especializada en la lucha contra las humedades estructurales, que es cliente de Oratgenet casi desde sus inicios. Cuando un temporal de levante o una gota fría azota la Comunitat Valenciana las intensas lluvias, torrenciales en muchos casos, dan lugar a importantes escorrentías y avenidas de agua que acaban produciendo filtraciones que en última instancia dan lugar a humedades que pueden afectar la estructura de nuestras viviendas, bajos comerciales, o negocios. Las poblaciones más alejadas de la costa puede que no sufran de forma tan directa las intensas lluvias asociadas a los vientos de levante pero han de hacer frente a las tormentas que dejan muchos litros en poco tiempo y también hacen correr el agua por las calles de los municipios. La humedad puede afectar nuestras viviendas por varios factores: infiltración, capilaridad o condensación.

¿Puede que la Comunitat Valenciana sea una de las zonas más afectadas por la humedad?

Si porque además de las intensas lluvias nuestro clima se caracteriza por los altos índices de humedad ambiental que hemos de soportar durante todo el año. Los principales núcleos urbanos se ubican junto a la costa que es donde la humedad relativa es mayor. Esa humedad es la que nos hace sudar y no nos deja dormir por la noche, pero también afecta nuestras viviendas, y en última instancia nuestra salud.

¿Qué efectos pueden tener las humedades en nuestra salud?

Muchas personas pueden creer que las humedades sólo afectan sus viviendas desde un punto de vista estético que se trata nada más de una cuestión de decoración… las humedades van mucho más allá porque pueden ocasionarnos importantes problemas de salud, y estamos hablando de ese sector de población que más sufre las olas de calor o la elevada humedad en el ambiente: gente con problemas respiratorios, la población que el sistema inmunitario bajo, los ancianos, las mujeres embarazadas, los más pequeños de la casa… Aunque parezca mentira hay quien sufre cefaleas, alergias e incluso reacciones dermatológicas como consecuencia de la elevada humedad de sus viviendas.

¿Qué mensaje darías a la población?

El mensaje es muy claro: nos han de preocupar las condiciones meteorológicas y hemos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para tratar de frenar el cambio climático o al menos minimizar su impacto, y hemos de exigir a nuestros dirigentes que actúen de inmediato antes que sea demasiado tarde, hemos de ser exigentes también en el cuidado de nuestras viviendas preservando también nuestra salud.

Fotografía: María Selva @almastudiovisual

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