Marta Ortiz Puchades es una modelo y empresaria valenciana de 27 años, que suma más de 100 marcas internacionales en su currículo de pasarelas alrededor del mundo. Las Fashion Weeks han sido una constante en su vida desde sus comienzos, a modo de circuito looping que la paseaba de Milán a Paris, de Londres a New York y Tokio y vuelta a empezar, hasta que la pandemia se encargó de desencajar el itinerario.
Apasionada de la moda sostenible e inquieta emprendedora, en 2021 pone en marcha su proyecto estrella del que es fundadora y ceo: Matiz, un marketplace desarrollado con un lifestyle sostenible especializado no solo en moda, sino también en mobiliario, decoración, belleza o accesorios, que cuenta entre sus filas con varias firmas valencianas como Adriana Iglesias, Buddies, Ancien la Belle o El Vestidor Vintage. Consciente y comprometida con nuestro planeta, Marta es la modelo que se disputan las grandes cabeceras de la prensa española.
Háblanos de tus comienzos, cuando te presentaste al primer cast para Valencia Fashion Week, ¿pensaste que tu carrera sería tan abierta e internacional?
En mi caso, mi carrera empezó al “contrario”. Al salir seleccionada como una de las ganadoras en el concurso de El Corte Inglés y poder desfilar en la Fashion Week de Valencia, mi agencia me aconsejó empezar por el mercado internacional. Firmé con una agencia de París y unas semanas más tarde estaba desfilando en la Semana de la Moda de París. La moda es así de rápida, casi no tienes tiempo de pensar y son trenes que pasan una vez en la vida. Estuve trabajando internacionalmente dos años hasta que me llamaron para trabajar a nivel nacional. En España tenemos mucho talento y, por lo general, no lo reconocemos y lo potenciamos, hasta que a nivel internacional se reconoce.
Entre las grandes pasarelas mundiales donde has desfilado, cuéntame alguna particularidad (sabrosa) de cada una…
Cada ciudad define a la perfección lo que los diseñadores quieren plasmar en sus colecciones. Te podría definir cada semana de la moda con un par de palabras. Nueva York: frenética y joven. Londres: innovadora y ecléctica. Milán: diseño y establishment. París: elegante y detallista. Cada Fashion Week te posiciona de una manera diferente. En mi caso, siempre he trabajado más en ciudades como Milán y París por mi físico y mi estilo.
Saliste muy jovencita de Valencia y aún lo eres, cuando llegas a realizar campañas tan importantes ¿cómo ves a los valencianos desde fuera?
Valencia para mí es refugio. Siempre he vuelto cuando he necesitado lamerme las heridas y saborear una paella frente al mar. En los últimos años, Valencia se ha vuelto una ciudad internacional y capital del diseño, algo que me llena de orgullo. Veo a los valencianos como gente que ha sabido salir de su zona de confort, pero sin olvidar sus raíces.
¿En qué campañas y para qué maisons te has visto más realizada y a gusto?
El trabajo de modelo se asemeja un poco al de actriz, ya que tenemos que interpretar lo que la maison o el diseñador quiere plasmar con sus colecciones. Siempre me han interesado las historias y las inspiraciones detrás de cada sesión. Si conoces la información, sientes una seguridad en ti misma increíble, algo que transmites después delante de la cámara. Sin duda una de las campañas más especiales fue la de Vivienne Westwood por el mensaje reivindicativo sobre el cambio climático. Uno de los desfiles más especiales que he hecho, fue el de Chanel en Cinecittá en Roma (rodeada de los sets de películas como la de Cleopatra).
¿Nos cuentas alguna anécdota inenarrable?
¡Tengo millones! Por ejemplo, solo he perdido un vuelo en toda mi carrera de modelo -tendrías que ver mis sprints por los aeropuertos-, y me conozco mejor la T4 de Madrid que el metro de Valencia… Os puedo contar un relato divertido que me pasó en un vuelo Valencia- París: mi padre viaja tanto (o más) que yo por trabajo, y una vez cogía el avión del que yo desembarcaba, para hacer el trayecto contrario al mío. Al saberlo, le dejé una nota a la azafata para que se la diera al subir. ¡Imagina la cara de mi padre cuando le dieron el papel!
Aparte del ‘modelaje’, has hecho incursiones en estilismo, escuelas de moda, consejos… ¿aplicas tus experiencias en estos campos de la moda?
¡La moda tiene muchísimo que ofrecer! Viajar y trabajar en tantas ciudades te abre mucho la mente, como dice mi madre es “la escuela de la vida”. Haber tenido la oportunidad de trabajar en lo que me gusta desde tan pequeña me ha ofrecido mucho, como por ejemplo aprender más de fotografía y de estilismo. ¡De la misma manera, aprendes lo que no te gusta! Diría que es incluso más importante, ya que puedes descartarlo y centrarte en lo que sí te apasiona.
Ropa, zapatos, maquillaje, alfombra roja… ¿con cuál te sientes más a gusto?
¡Una modelo tiene que saber desenvolverse a la perfección en todas esas situaciones! Siempre digo que un animal que nos representa a la perfección es el camaleón por su rápida adaptación al medio. Personalmente lo que más me gusta son las sesiones de fotos porque gracias al estilismo, el set, peluquería y maquillaje, puedes interpretar a la perfección lo que la revista o marca quieren plasmar.
¿Cuándo y por qué surge MATIZ?
Matiz nace de la necesidad de acelerar la sostenibilidad en el mundo de la moda. La idea surge del confinamiento con una iniciativa para ayudar al pequeño comercio a tener más visibilidad en redes. En ese momento me di cuenta de que no existía ninguna plataforma de estas características. A raíz de la pandemia la sostenibilidad se aceleró en todos los sectores: el consumidor es mucho más consciente de la crisis climática que vivimos. Matiz nació de una necesidad para ambas partes. Somos un altavoz para artesanos y marcas sostenibles para llegar a su cliente final.
¿En qué aspectos de la sostenibilidad haces más hincapié?
La sostenibilidad total es imposible de conseguir, pero todos podemos aportar nuestro granito de arena, sobre todo en nuestro día a día y en nuestro consumo. En Matiz, nos centramos en 5 requisitos: los materiales (reciclados y naturales), la calidad (antes que la cantidad), la manera de producir (apostamos por el KM0), la transparencia en la comunicación y las personas detrás del proyecto (su misión y sus valores). En Matiz demostramos que la moda sostenible es sinónimo de coolness (frescura).
¿Con qué te sientes más cómoda? Explícanos un par de looks con los que te sientas triunfante para este verano.
Me encantan los looks effortless, por lo que apuesto por productos de calidad con un diseño atemporal. En mi armario de verano no puede faltar un vestido corto blanco, camisas de lino en diferentes colores, mi total look efecto toalla de Matiz, unas buenas cuñas de Castañer, y por supuesto, muchos capazos hechos en España.
Si te pierdes, ¿dónde te podemos encontrar?
Adoro perderme, así es como se descubren sitios auténticos. Os llamo cuando encuentre una cabina de teléfono.
Lugar preferido en Valencia…
La playa del Saler
¿Para ser modelo hay que tener mucha ambición?
Además de resiliencia, ser independiente, tener valores, gestionar situaciones de estrés, gestionar tus finanzas, saber idiomas…
¿Haces dieta? ¿Cuál?
Cuidar mi templo (cuerpo y mente) es prioritario. Hago deporte todos los días y como de manera equilibrada, escuchando siempre a mi cuerpo.
¿Tu plato favorito?
Paella valenciana
¿Qué te encantaría saltarte de tu rutina?
Soy una persona bastante disciplinada, saltarme la rutina me descuadra mucho a nivel emocional.
¿Vives con la moda o de la moda?
Con la moda
Si no fueras modelo, serías…
Empresaria, y he cumplido mi sueño con Matiz.
Un refrán sin el que no puedas vivir…
La vida da muchas vueltas, se amable con todo el mundo.
¿Cómo salvamos el mundo?
Siendo empáticos y buenas personas. La luz siempre gana… ¡y el consumo responsable!
Fotografía: MARIO AGULLÓ
Terraza: PALACIO SANTA CLARA, VALENCIA