Por Sara Lloris
Jesús Blázquez y Sara Salvador se dedican a la disciplina del baile deportivo. Hace un tiempo decidieron dar un salto más en su carrera y apostar por un proyecto que les hacía mucha ilusión, tener su propia escuela de baile. A día de hoy ya es una realidad y ellos mismos nos lo cuentan en la siguiente entrevista.
¿Cuándo fundasteis la escuela de baile Pas a Pas?
Hemos hecho hace poco dos años, estuvimos mucho tiempo preparándolo para que en mayo de 2016 abriésemos. Nosotros trabajábamos en otra escuela y al final decidimos ‘volar’.
¿Cuales son las modalidades de baile en las que instruís?
Todo tipo de baile que uno busque, salsa, bachata, baile de salón, desde bailes más actuales como estilos urbanos, hasta sevillanas. Y también pilates, que aunque no entra en lo que sería una modalidad de baile es un acondicionamiento para bailarines y es hacer ejercicio al final.
¿Cuál es la modalidad más demandada?
Baile deportivo es nuestro fuerte, tenemos varias parejas que son o han sido campeones de España, modalidad latina o modalidad estándar. Las parejas entrenan, se forman, salen a pista a competir, entran en un ranking y de ahí a los campeonatos de España etc., de hecho nosotros actualmente somos subcampeones de España profesional en modalidad latina.
¿Cuántas horas se dedica diariamente al baile en estos niveles profesionales?
Mínimo se debe entrenar dos horas al día, pero hablamos del entrenamiento, luego, por otro lado una hora de clase. También depende de la pareja y de su nivel.
¿Qué es lo más duro de este deporte?
Lo que lo hace único es que es un deporte de dúo. Es un arte, es un deporte, concretamente baile deportivo, pero lo más mágico y a la vez duro es que dependes del otro y de ti mismo. Ambos tienen que poner su 50%. Nosotros llevamos bailando juntos 16 años, y además somos pareja sentimental. El baile requiere mucho feeling y si no se tiene la pareja se deshace, no es duro, pero es difícil encontrar el punto perfecto.
Además de esto, hay que tener en cuenta que la mayoría de parejas que aspiran a competir son niños pequeños. Es fundamental encontrar una perfecta armonía en la actitud entre los padres, los niños, los instructores y el deporte.
¿Cuáles son vuestras próximas metas?
Nosotros ahora somos entrenadores oficiales y estamos trabajando para ser jueces. También queremos que nuestras parejas lleguen al máximo nivel, son una gran prioridad en nuestro trabajo.
¿Qué hay detrás de la pista del baile? Lo que el público no ve…
Este deporte se conoce menos que otros, y además los materiales son costosos. Los zapatos pueden costar al rededor de 120€ y si los machacas mucho te pueden durar cuatro meses únicamente. El vestuario está repleto de piedras y puede rondar los 1.000€. Nosotros tenemos la suerte de tener sponsor, pero no todo el mundo cuenta con ello. Además hay un arte detrás de este mismo arte. Existe una preparación estética tremenda porque se influye al jurado desde diferentes puntos, uno de ellos es la estética.
Por otro lado, nos hemos quedado a las puertas de las olimpiadas. Falta seguimiento, pero ademas es muy subjetivo saber qué pareja baila mejor que otra. Se quiere puntuar como una especie de gimnasia rítmica, pero no lo es, si no se quita el arte con el que cuenta. No se trata de algo mecánico, digamos que es más fácil puntuar 100m lisos.
Además de técnica y práctica, ¿qué me decís sobre la dieta y el entrenamiento?
La dieta de un bailarín es muy abundante, comemos en cantidad ya que estamos todo el día en movimiento. Hay quien la cumple más a raja tabla y quien no, pero sí que es necesario controlar la alimentación para contar con toda la energía posible. En cuanto al entrenamiento el cardio ya lo hacemos bailando pero sí que se debe entrenar la fuerza, es muy importante, no orientada a tener músculos grandes porque no serían flexibles pero sí potencia y agilidad.
Volviendo a Pas a Pas, ¿estáis contentos con los objetivos conseguidos?
Hemos crecido mucho, es algo que no nos esperamos. Ahora mismo contamos en Pas a Pas con 400 alumnos, empezamos con ciento y pico. Hacemos puertas abiertas gratuitas los domingos y hemos llegado a recibir a 500 personas un fin de semana. La proyección está siendo muy buena también gracias a el equipo con el que contamos. Queremos seguir creciendo, pero manteniendo nuestra armonía familiar siempre.
¡Muchísimas gracias Sara y Jesús!
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