Más de 60 años y no hemos fallado a ningún festival, desde que Conchita Bautista inaugurara nuestro pabellón en Cannes, y hasta Chanel que ha participado en esta ocasión en Turín obteniendo una tercera plaza muy digna y con polémica añadida.
Los looks de nuestros representantes han ido de peculiar a estrafalarios a una ratio definida entre cantante y posición.
Al margen de bromas de estilo y de Duels de Veus autonómicos, sí que es verdad que, exceptuando a los representantes masculinos, dime quién te viste y la moda te responderá en su lenguaje contextual.
Hasta 1967, solo había una mujer en el candelabro (sin contar las propuestas corales), con lo que podríamos obviar estas formaciones tanto por su representatividad como por su imagen propia del régimen de aquel entonces.
Pero en el 68 llegó Massiel defendiendo su La, la, lá, la primera victoria española con un vestido digno de la modernidad europea rompiendo esquemas y pretendiendo dar una imagen más abierta y comprometida con la contemporaneidad y el diseño. Rechazada por Dior, la diva se pagó de su propio bolsillo un Courrèges, en tul con estampado de flores y corte imperio, un outfit que tanto diera que hablar y que nos convirtió en modernos sin causa y huérfanos de misericordia.
Con Salomé, la siguiente en la lista con su Vivo Cantando, ¡hey!, tiramos la casa por la borda. Pertegaz y Dalí nos llevarían en volandas a uno de los vestidos más icónicos del festival europeo. Un mono de 14 kilos, de color azul turquesa con más de 5000 canutillos bordados y un coste superior al millón y medio de pesetas. Ella ganó, pero no fue la única, pues si nuestro país había apostado por lo más chic del momento, la France, United Kingdom y Nederlands no quisieron quedarse atrás.
Seguíamos en racha y, dos años después, Karina y su En un mundo nuevo ocuparon la segunda plaza. Su vestido de seda de color celeste, diseñado por Antonio Nieto, llevaba un agujero en la parte baja de la falda. Saltándose obviedades y un montón de fracasos posteriores, entre ellos la quijotada de Betty Missiego con otro segundo puesto, vistiendo una auténtica reliquia que la artista compró a un vendedor de túnicas que decía tenerlo reservado para Grace Kelly…
Después de ellas, os dejo una lista de perlas para hacer memoria y revisar lo de lo que pudo ser y no fue, desde Paloma San Basilio, Lucía o Patricia Kraus, la Nina o las Azúcar Moreno, pasando por Lidia, Eva Santamaría, Anabel Conde, Beth, las Ketchup, Rosa, Soraya, Pastora Soler, Ruth Lorenzo, Edurne, Barei…….
Una cascada emocional que, gracias al éxito y posición de Chanel en esta edición, verá aumentada seguro la clientela de eurofans en nuestro país para 2023. Al tiempo…
10 OUTFITS QUE PUDIERON SER… Y NO FUERON
REMEDIOS AMAYA
Descalza por no combinar los zapatos con su estilismo de Tony Benítez (se pensó que era una Sandie Show)
AZÚCAR MORENO
Unos Montesinos que nunca se vieron. En su lugar, dos vestidos negros que compraron en el mercadillo de Zagreb.
LYDIA
Súper atrevida con un Ágatha Ruiz de la Prada, que sigue teniéndolo en el armario
ROSA DE ESPAÑA
Con un look de Jorge Pérez
PASTORA SOLER
Con su diseñador de cabecera, Cañavate
RUTH LORENZO
De la marca Anmargo, con placas de acero inox, acabó con un vestido danés
EDURNE
15.000 € en vestidazo de José Fuentes
LA DÉCADA PRODIGIOSA
Francis Montesinos y Antonio Alvarado les vistieron de Moda de España con hombreras y brilli-brilli en 1988
AMAIA (Y ALFRED)
Un Helbig para ella, de esta asidua de las red carpets
CHANEL
Palomo (from) Spain se posó sobre ella y España y olé!