Escapada familiar a Tabarca
Este mes es el ideal para una escapada familiar a Tabarca. Ya comienza el buen tiempo, nos podemos bañar y disfrutar del viaje en barco, de sus playas y de sus calles, sin pasar demasiado calor. Además, evitamos las aglomeraciones de julio y agosto, cuando esta maravillosa isla tiene mayor afluencia de gente, pues es la primera reserva marina de España y un lugar sorprendente donde sumergirse en el Mediterráneo.
Tabarca es una pequeña isla paradisíaca. La única habitada de toda la Comunitat, cuyos pocos vecinos se dedican en su mayoría a pescar en sus aguas cristalinas.
Tradicionalmente ha sido conocida como una isla poblada por familias de pescadores. Actualmente viven en ella varias decenas personas, aunque en verano aumenta la población drásticamente.
En Tabarca podrás bucear y descubrir un impresionante fondo marino; relajarte y disfrutar de la calidad de su gruesa arena y aguas transparentes, así como admirar la flora y fauna tan peculiares y valoradas. Contemplar la belleza de sus fondos y la riqueza de su entorno natural perdiéndote en el sendero que rodea esta singular isla. Este sendero que recorre la isla permite admirar el paisaje litoral y seguir todos los movimientos de las aves marinas. Sus transparentes aguas su abundante fauna y flora y sus fondos marinos muy apreciados por los amantes del submarinismo fueron determinantes en su declaración como Reserva Marina en 1986.
Pero además posee un gran valor histórico con las murallas que todavía rodean su casco antiguo declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Visita obligada son las puertas de San Rafael San Miguel y San Gabriel así como las iglesias de San Pedro y San Pablo. Tampoco dejes de conocer su Faro dar un paseo por el casco antiguo la plaza y sus calles adyacentes.
Y tras una intensa jornada de turismo a degustar su gastronomía. el tradicional caldero: el plato típico de la isla: exquisito arroz elaborado con caldo de pescado de la bahía de Santa Pola. Se sirve en dos partes: por un lado el pescado gallina con patatas y algo de all i oli y tras ello el arroz meloso. También es muy recomendable probar el caldero de bogavante las lecholas al curricán o los calamares de potera.
Playa
Después de comer un paseo por su pintoresco puerto marinero.
Tampoco hay que perderse la Playa de Tabarca: es una pequeña playa ubicada en la isla que lleva el mismo nombre. La arena gruesa y el canto rodado se entremezclan en su superficie dando lugar a un paisaje precioso. Su mayor atractivo turístico reside en la calidad y transparencia de sus aguas y como hemos recalcado en la riqueza de sus fondos marinos.
El viaje
Podemos pasar varios días en uno de sus hoteles u hostales, aunque también es posible llegar y regresar en el mismo día, tomando uno de los barcos que salen hacia Tabarca desde puertos como el de Benidorm Calpe Villajoyosa Alicante o Santa Pola. La opción más rápida y barata es la última. La ciudad alicantina está muy cerca y tardamos tan solo un cuarto de hora en llegar. El viaje es cómodo y seguro.
Existen distintas tarifas de viaje en función de las necesidades de cada viajero. Para una excursión en familia el viaje puede incluir comida y menú infantil para no tener que preocuparse por nada más que disfrutar juntos.
Es la forma más rápida de llegar a la isla. El trayecto dura 15 minutos en modernas embarcaciones. Se trata de lanchas rápidas adaptadas y homologadas para el transporte de pasajeros. Así aseguran el bienestar de todos y garantizan que nuestro viaje sea corto y sin sobresaltos.
Se puede evitar hacer colas y largas esperas reservando online en Tabarbus.
Un consejo:
Debemos ser respetuosos con su entorno y cuidarlo. Tiene solo unos 60 habitantes, pero acoge cada verano a unos 150.000 turistas (un 60% de los 230.000 anuales). Por ello es peligrosa la sobreexplotación de la zona en época estival. Si vas a comer en la isla reserva con anterioridad ya que en verano es probable que esté todo ocupado.