Cuando llegan las fechas navideñas, el vaho del frío helado acompaña nuestros alientos y las luces empiezan a adornar las calles, es inevitable que nos venga a la cabeza los típicos puestecillos de madera en las plazas principales de nuestras ciudades. Esos que, además de darnos unas cuantas ideas para regalar o adornar nuestras casas y árboles, dan tanta vida los días previos a la tan ansiada Navidad. Estamos hablando de los Mercaditos Navideños. Y vamos a comentar 5 de los más famosos de Europa.

Budapest (Hungria)

Es el segundo año que el Mercado Navideño de Budapest y su la Fiesta de Adviento en la Basílica es elegido como el mejor de Europa. Más de 100 vendedores artesanales, productos gastronómicos navideños, y un espectáculo único de luces, convierten al mercado más grande de Europa en un indispensable para contagiarnos de la magia de la Navidad.

Basilea (Suiza)

La tradición de la Navidad se respira en cada esquina de la ciudad más grande y bella de Suiza, Basilea. Alrededor de un centenar de árboles nos dan la bienvenida a un mercadillo sorprendentemente iluminado que se impone en un casco antiguo perfectamente conservado. Las tiendas y fachadas adquieren en estas fechas un brillo especial, y en las plazas de Barfüsserplatz y en la Münsterplatz, donde encontramos, entre otras cosas navideñas, delicias propias de estas fiestas. Un gran árbol adornado sobresale completando el mágico ambiente.

Metz (Francia)

Para muchas personas, es el mercado navideño más bonito del continente europeo. Su sendero de las linternas, y sus muchos productos locales (el pan de jengibre es espectacular) bien valen ese título. Situado en el centro histórico de la ciudad, en la plaza de Saint Louis, y con más de 100 expositores que animan la zona y ofrecen cerámica, arte, ropa y joyas, y una pista de hielo, hacen las delicias de los numerosos visitantes que lo visitan cada año.

Viena (Austria)

El entusiasmo de la Navidad se vive en Viena, como en pocos sitios de Europa. El Mercado del Ayuntamiento es uno de los más populares de los que encontraremos en la ciudad. De estilo tradicional, con árboles iluminados y muñecos de nieve, convierten la zona en un maravilloso cuento de hadas. Adornos navideños, artesanía y música en directo es lo que encontraremos en otro de los mercadillos navideños, el que está frente al Palacio de Schonbrunn. Además, si visitas Viena en estas fechas, también podrás conocer el de Freyung, el de la iglesia de Karlskirche, el de Am Hof, con arte contemporáneo, artesanía y joyería, y el del bohemio barrio de Spittelberg, donde degustarás su deliciosa gastronomía, sobre todo quesos, dulces y vinos.

Praga (República Checa)

Praga es un lugar que desprende magia por todas partes, y sobre todo en estas fechas. Su mercadillo más visitado es el que se sitúa en la Plaza de la Ciudad Vieja, aunque el ambiente navideño se respira en las calles adornadas que la rodean. Productos típicos navideños, como vidrio soplado, manteles bordados a mano, dulces típicos, o su famoso vino caliente son algunos de los productos que encontrarás en uno de los mercadillos navideños más bonitos del mundo. No puedes dejar de subir a la torre del antiguo Ayuntamiento, para observar este enclave mágico.