Ya hemos empezado a padecer las primeras gotas frías, ahora denominadas DANAS, que son muy típicas en esta época en toda la zona mediterránea. Una gota fría es un fenómeno meteorológico que se produce cuando una masa de aire frío se encuentra con una masa de aire cálido y húmedo, lo que provoca fuertes lluvias e inundaciones repentinas.
Estas lluvias pueden causar filtraciones de agua en las viviendas y generar humedades que pueden ser peligrosas para la salud y para la integridad física de ciertos elementos de nuestro hogar o chalet. Antes de que esta inclemencia meteorológica haga acto de presencia, es importante hacerse la siguiente pregunta: ¿está nuestra casa preparada para evitar la posible presencia de moho tras una climatología adversa? Una gran acumulación de agua puede derivar en filtraciones en la estructura interna de las edificaciones, charcos en los suelos, inundaciones de sótanos y parkings, en definitiva, acumulaciones de agua que favorecen la aparición de humedades. Además, otro problema común que puede surgir son las goteras, cuya reparación puede acarrear importantes desembolsos económicos.
La bajada drástica de temperaturas también puede afectar a la seguridad de nuestro hogar, ya que la condensación puede hacer sus primeras intervenciones en paredes de fachada norte, en esquinas de techos y en armarios, llenando de moho los espacios más fríos. Cuando el agua cae con gran virulencia e incluso con granizo aparecen daños de carácter estético (fachadas, persianas o cristales), o de cimentación (desplazamiento de tierras, zapatas, agrietamiento interno). Es importante anticiparse al problema y poner los medios necesarios para proteger nuestra casa de las inclemencias meteorológicas.