Llega la ola de calor y necesitamos mantenernos frescos en esta época del año. Es momento de disfrutar de la playa y la piscina y de los planes mas veraniegos, sin dejar de prestar atención a nuestra alimentación. La ola de calor también afecta al apetito, a los hábitos alimentarios y en general a nuestro bienestar, por lo que es necesario mantenerse hidratado y consumir alimentos refrescantes y nutritivos. Aquí tenemos los mejores consejos para cuidar tu alimentación este verano.
Hidrátate adecuadamente
Durante el verano, el calor puede provocar una mayor pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede llevar a la deshidratación. Para evitarlo, es fundamental mantenerse hidratado. Los expertos recomiendan beber alrededor de ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros.
También puedes incluir bebidas naturales y refrescantes como agua de coco, jugos de frutas frescas, infusiones de hierbas frías o té helado. Evita las bebidas azucaradas, las gaseosas y el exceso de bebidas alcohólicas, ya que pueden aumentar la deshidratación y aportar calorías vacías.
Aprovecha las frutas de temporada
El verano es la época en la que muchas frutas deliciosas están en su mejor momento. Aprovecha las frutas de temporada como sandía, melón, piña, mango, fresas y melocotones. Estas frutas son refrescantes y están llenas de vitaminas, minerales y antioxidantes. Puedes disfrutarlas solas, en ensaladas de frutas, en batidos o añadirlas a tus platos principales para darles un toque fresco y dulce.
Incorpora verduras frescas
Además de las frutas, las verduras frescas también son una excelente opción para mantener una alimentación saludable en verano. Las ensaladas son ideales, ya que te permiten combinar diferentes verduras y disfrutar de una comida ligera y refrescante. Asegúrate de incluir verduras de hoja verde, pepinos, tomates, zanahorias y pimientos en tus ensaladas. Estas verduras son ricas en agua y nutrientes esenciales que te ayudarán a mantenerte hidratado y saludable.
Opta por alimentos ligeros y frescos
Durante los días calurosos, es recomendable elegir alimentos ligeros que no sobrecarguen el sistema digestivo. Opta por comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas pesadas. Las opciones saludables incluyen pescado o pollo a la plancha, ensaladas, gazpacho, yogur bajo en grasa y smoothies de frutas y verduras. Estos alimentos son fáciles de digerir y te proporcionarán los nutrientes necesarios sin hacerte sentir pesado. Es importante evitar los alimentos procesados y fritos, ya que pueden ser pesados, grasosos y contribuir a una sensación de malestar en el calor. Elige opciones frescas y naturales.
Snacks saludables para llevar
Si tienes planes de pasar mucho tiempo al aire libre durante el verano, es importante tener a mano snacks saludables y refrescantes. Algunas opciones incluyen bastones de zanahoria, rodajas de pepino, palitos de apio con hummus, frutas frescas cortadas en trozos o mezclas de frutos secos y semillas. Estos snacks te mantendrán hidratado y te proporcionarán nutrientes para mantener tu energía durante el día.
Aprovecha las propiedades refrescantes de las hierbas y especias
Existen ciertas hierbas y especias que pueden ayudarte a mantenerte fresco y también agregar un sabor delicioso a tus comidas de verano. El cilantro, la menta, el jengibre y la albahaca son solo algunas de las opciones que tienen propiedades refrescantes. Puedes agregar estas hierbas y especias a tus ensaladas, bebidas, sopas frías o incluso hacer infusiones frías con ellas.
Cuida la manipulación de los alimentos
Durante el verano, las altas temperaturas pueden favorecer el crecimiento de bacterias en los alimentos. Por lo tanto, es esencial prestar especial atención a la manipulación y almacenamiento adecuado de los alimentos. Lava tus manos antes de preparar alimentos, asegúrate de que los alimentos perecederos se mantengan refrigerados y evita dejar los alimentos fuera durante mucho tiempo, especialmente en picnics o barbacoas al aire libre.
Escucha a tu cuerpo
Cada persona es diferente y tiene diferentes necesidades y tolerancias en relación a los alimentos. Escucha a tu cuerpo y presta atención a cómo te sientes después de comer ciertos alimentos en el calor. Si notas que ciertos alimentos te hacen sentir pesado, lento o incómodo, ajusta tu dieta en consecuencia. Experimenta con diferentes opciones y encuentra los alimentos que mejor se adapten a ti y te hagan sentir fresco y energizado.
Mantenerse hidratado y consumir alimentos refrescantes y nutritivos es esencial para mantenernos saludables. Escucha a tu cuerpo y disfruta de una alimentación balanceada y refrescante en el verano. Recuerda que la clave está en mantener un equilibrio y disfrutar de una variedad de alimentos frescos y saludables. No tengas miedo de experimentar con nuevas recetas y sabores, el verano es el momento perfecto para explorar nuevas opciones.
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