Cuando llega el verano, inevitablemente nos vienen sabores y olores que recordamos de nuestra infancia. Indudablemente, uno de ellos es ese dulce bañado en nuestra horchata. Porque la horchata es nuestra. De todos los valencianos. Y eso lo han hecho posible, en parte, familias como Polo. Y es que, hace más de medio siglo, su amor por esa bebida les llevó a inventar los Fartons.
Y esta combinación perfecta les ha ayudado a convertirse, hoy en día, en uno de los fabricantes de horchata más importantes del país. Fartons Polo inició su andadura en 1960 en el horno de la plaza de Alboraya. En 1985 abrió su primera horchatería de elaboración propia, Mari Toñi. Y en 2006 comenzaron a elaborar horchata en grandes cantidades para abastecer los supermercados del país.
El valor de Polo es precisamente contar con un proceso de producción integrado en sus instalaciones de Alboraya que respeta los procedimientos artesanales de nuestros antepasados, desde el cultivo hasta la elaboración de la horchata. De hecho una de sus premisas en precisamente el control que tienen sobre la materia prima. LA CHUFA. Su respeto por la huerta valenciana es lo que marca su identidad y cultura. Porque eso es lo que define un producto tan arraigado en nuestro imaginario. El proceso se controla desde la cuidada selección y preparación de las mejores chufas de la cosecha que, posteriormente, distribuyen a agricultores locales para usarla como simiente para la siembra del próximo cultivo. Tras su cultivo y recolección, las chufas pasan al lavadero de Polo, donde las limpian con agua retirando raíces, piedras y chufas defectuosas. Después de seleccionar las mejores, comienza su proceso de secado natural que se prolonga al menos cuatro meses, donde se elimina el 80% de agua. Consiguiendo con este curado los matices propios de la Chufa de Valencia. Una vez en planta de selección, se desechan las chufas que no cumplen con sus estándares de calidad mediante equipos de visión artificial, combinados con el triado manual tradicional.
Sólo la mejores chufas se trasladan a la planta de elaboración de horchata, donde comienza un proceso de rehidratación y lavado de la chufa mediante su inmersión en agua. Una vez que recupera su volumen inicial, pasa por los molinos donde se tritura, y por medio de prensas y tamices se extrae el jugo de las chufas que servirá de base para la Or, Xata! Polo. Finalmente a la bebida se le añade azúcar, agua, y canela, antes de embotellarla.
Y es cuando nos llega a nosotros, que degustamos esa suerte de inconfundible sabor dulce, mientras nos llega el aroma a tierra, atardecer y origen. Y a eso se han rendido generaciones de familias y personajes famosos como, por ejemplo, Rosalía, quien en su último concierto en Valencia degustó en el escenario la inconfundible horchata de Fartons Polo.
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