La Mancomunidad de Municipios del Rincón de Ademuz dio un paso adelante el pasado miércoles con una iniciativa que podría marcar la diferencia para frenar la despoblación en las zonas rurales de la Comunidad Valenciana.

En unas jornadas celebradas en Casas Altas, se presentaron las conclusiones del proyecto Impulso de la hostelería en la comarca del Rincón de Ademuz, una iniciativa conjunta de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) y la Diputación de Valencia.

El corazón de este proyecto es el Manual de gestión hostelera en municipios de interior, elaborado por Pascual Laza, profesor de cocina del Instituto Ciudad del Aprendiz de La Torre. Según Laza, la clave para revitalizar estas zonas podría residir en la gastronomía local, promoviendo lo que él denomina “comer territorio”. La idea es clara: atraer a turistas que buscan experiencias auténticas y sostenibles, mientras se pone en valor todo lo que estas zonas tienen que ofrecer.

Gastronomía como motor de desarrollo local

El manual, que también recoge un análisis de la hostelería local dirigido por Pascual Laza, deja claro que para avanzar hay que apostar por prácticas más sostenibles, aprovechar la economía circular y dar protagonismo a los productos locales.

Durante su charla, Laza comentó: “La atención al cliente y la capacidad de convertir el servicio en una experiencia ya las tienen estos restauradores de forma natural. Solo les hace falta un empujón para profesionalizarse“.

En agosto, Laza recorrió varios negocios de la zona para conocer de cerca sus necesidades y preparar un plan formativo a medida. Gracias a esto, los hosteleros locales han recibido apoyo y formación para mejorar la gestión de sus negocios, creando una oferta única que combina la riqueza de la cocina local con los recursos del territorio.

Un modelo que copiar

El proyecto no solo se centra en el Rincón de Ademuz; busca convertirse en un modelo replicable en otras comarcas del interior valenciano. Según los organizadores, el potencial de las áreas rurales radica en diferenciarse de las ofertas globalizadas de las grandes ciudades, promoviendo una experiencia turística enraizada en el territorio.

Con esta apuesta por la gastronomía local, se espera que las zonas rurales de la provincia no solo consigan frenar la despoblación, sino también posicionarse como destinos turísticos de referencia, creando empleo y dinamizando sus economías.