Aumentar la masa muscular es mucho más difícil de lo que parece, ya que debemos ser muy disciplinad@s en cuanto a la alimentación y al programa de entrenamiento a seguir.
Además de ello, debemos tener en cuenta otros parámetros de desde el punto de vista biológico (biotipo, predisposición genética) y otros de orden psicosocial (entorno familiar, trabajo, nuestro día a día, fuerza de voluntad, etc.)
Cómo aumentar la masa muscular y de calidad
Cuando hablamos de aumento de masa muscular, no nos referimos a aumentar de peso de forma descontrolada, sino de seguir unas pautas apropiadas para que sean nuestros músculos los que aumenten y no otro tipo de compuestos corporales nada deseables, como las grasas.
Y además, tampoco nos referimos al aumento de masa muscular pensando en los atletas de culturismo, sino del público en general que carece de la suficiente estructura muscular en su cuerpo y que es fundamental para mantener una salud adecuada.
Una buena estructura muscular, te ahorrará dolencias articulares, lumbalgias, ciática, las hernias discales, etc.
Aumentar la masa muscular para aumentar la SALUD
La masa muscular está íntimamente ligada a nuestra salud en general.
A medida que nos hacemos mayores, vamos perdiendo masa muscular, este fenómeno es lo que se denomina sarcopenia.
La sarcopenia es la pérdida de masa muscular relacionada con la edad y tiene un gran impacto en la fuerza, potencia, habilidad funcional y en la vida diaria en general.
A partir de los 30 años empezamos a perder una media de entre un 3 y un 8% de masa muscular por década.
La inactividad y una dieta descontrolada e inadecuada, son las causas principales que desencadenan la sarcopenia.
Por eso, aumentar la masa muscular, no es solo para marcar músculos y tener una silueta tonificada (beneficios que también son bienvenidos) sino que es necesario tener una masa muscular en cantidad y calidad suficientes para mantener la funcionalidad de nuestro organismo.
Piérdele el miedo al entrenamiento de fuerza
El miedo al entrenamiento de fuerza se da sobre todo en el género femenino, con la falsa creencia de que si entrenan sus músculos perderán su feminidad, algo que para nada es cierto.
Es más, si las mujeres no trabajamos nuestros músculos, por nuestra naturaleza de locura hormonal, correremos muchos más riesgos a nivel osteoarticular y desniveles hormonales, además de lo poco atractivo que resulta un cuerpo flácido.
Por otro lado, también las personas mayores tienen un gran rechazo a este tipo de entrenamiento, pensando que con solo caminar ya tienen todo solucionado y que la fuerza no es para ellos, que es para los jóvenes.
Lamentablemente, esto es lo que muchos médicos les prescriben si contemplar que el ejercicio bajo supervisión de profesionales mejoraría y mucho su funcionalidad.
Por lo tanto, debemos fomentar el entrenamiento de fuerza pero acorde a las características y necesidades de cada persona particular, de esta forma, nos aseguraremos de mantener un cuerpo sano y retrasaremos al máximo las posibles dolencias que conlleva el paso de los años y el hecho de carecer de estructura muscular.